Una mujer de 37 años ha sido condenada por el Juzgado de lo Penal 2 de Elche a nueve meses de prisión por un delito de abandono temporal de menores, tras dejar a sus hijos de doce y cinco años solos en la vivienda para ir a un cumpleaños, durante más de siete horas y de madrugada. Los hechos ocurrieron el 2 de mayo de 2014, cuando la condenada dejó en el interior de la vivienda a los pequeños, alrededor de las 21 horas. Quizás no se hubiera enterado nadie si no fuera porque, al cabo de las horas, casi a la una y media de la madrugada, los pequeños salieron al balcón de la vivienda, situada en la calle José Romero López, en el barrio de Carrús, para pedir auxilio.

Fue entonces cuando los vecinos avisaron a las autoridades, y los bomberos y la Policía Local de Elche se personaron en el lugar para rescatar a los niños, que no dejaban de llorar, a través del balcón. Los agentes trataron entonces de localizar a la madre, que se encontraba de fiesta tras la celebración del cumpleaños, sin que esta descolgara el teléfono. De hecho, llegó un momento de la noche en el que desconectó el móvil, según recoge el atestado policial. Ante la imposibilidad de localizar a los progenitores, las autoridades se vieron obligadas a trasladar a los pequeños a un centro de menores, hasta que, a las 5.10 horas, la madre se personó en las dependencias policiales preguntando por los pequeños, tras acudir a casa y no encontrarlos en el domicilio, siete horas después de que saliera de la vivienda.

La acusada aceptó la petición de pena realizada por el Ministerio Fiscal,por lo que el mismo día en el que se celebró el juicio, el pasado 8 de junio, se dictó sentencia. Desde la Fiscalía entienden que, debido a la edad de los niños, el abandono de los mismos para ir a una celebración, de madrugada, es constitutivo de un delito de abandono temporal de menores.

De hecho, los pequeños se encontraban en el balcón pidiendo auxilio, y, aunque la intervención de los bomberos y la Policía fue rápida, podría haber ocurrido una desgracia como consecuencia de dicho abandono. Un hecho agravado por que ni tan siquiera respondió las llamadas al móvil, sabiendo que podría tratarse de un asunto relacionado con los menores.

No sería la primera vez que un acto de estas características casi acaba en tragedia. Muy sonado fue el rescate que los bomberos de Alicante tuvieron que realizar en marzo de este mismo año, cuando una niña de solo cinco años quedó colgando de una ventana de un séptimo piso en la plaza de Luceros.

En este caso, los bomberos encontraron a la menor en una ventana del inmueble, con todo el cuerpo fuera. Tan solo estaba agarrada al marco de aluminio. La niña se despertó sola en su casa porque su madre había salido para recoger a su pareja. Tras subirse a un taburete, la pequeña abrió la cristalera que da a la calle y salió al exterior quedando apoyada en una repisa de apenas 10 centímetros. La madre de la niña fue localizada después por la Policía Local de Alicante. Entonces, el padre biológico de la niña se hizo cargo de ella, aunque en el caso de esta madre ilicitana no ha trascendido si conservó la custodia de los pequeños tras los hechos. En el atestado no se recoge ningún dato sobre el padre de los pequeños, y la acusación de abandono recaía solo sobre la madre, por lo que todo apunta a que el padre no convivía con los niños.

Una sentencia que sirve como aviso a navegantes a la hora de dejar solos a los menores y para evitar así una desgracia.