La tala de árboles no gusta en Elche y el exceso de hormigón tampoco. Al menos si los ejemplares no son conflictivos. Reina Victoria, Mariano Benlliure, Antonio Machado, el Camino de los Magros, o Manuel Vicente Pastor son algunas de las calles donde los vecinos echan en falta más verde y más sombra. En unos casos denuncian que llevan años con los alcorques vacíos y, en otros, lamentan que la retirada de árboles es más cercana, de apenas algunos meses.

Sea como sea, lo que está claro es que diferentes puntos de la ciudad han asistido a una tala de árboles que nunca han llegado a reponerse ni durante el anterior mandato ni en el actual. Sin ir más lejos, en febrero de este mismo año la retirada de árboles en la plaza de Altabix ponía en pie de guerra a los vecinos. En este punto, la razón que argumentó el Ayuntamiento es que estaban enfermos, por lo que tuvieron que emprender la tala.

No obstante, este malestar no es nuevo ni se concentra tan solo en este punto, sino que se extiende a más barrios. «Queremos que pongan árboles como hemos tenido toda la vida, tener sombras. No entendemos por qué nos han dejado tanto tiempo sin los árboles», señala Vicente Fernández, un vecino de la zona de Carrús.

Como él, otro vecino de la calle Reina Victoria expresaba ayer su indignación por «la desidia hacia el árbol» y trasladaba sus críticas hacia el Ayuntamiento por «gastar el dinero en tapiar con hormigón, en lugar de con tierra».

Paralelamente, hace unas semanas, vecinos de la replaceta de Les Barques también veían cómo eliminaban dos ejemplares de las aceras. Se trataba de los popularmente conocidos como «Brachichitos», extendidos por varias zonas de la ciudad, que se habían convertido en molestos para los negocios de este enclave por la expansión de las raíces y el levantamiento del pavimento.

Frente a ello, el tripartito ha reconocido que el arbolado de la ciudad presenta muchas deficiencias y atribuye la problemática a que se trata de especies «erróneas». Argumentan que también se da el caso de calles o colegios en los que las actuaciones no se han podido demorar más por la existencia de ejemplares enfermos o peligrosos. El siguiente paso será la repoblación, con arbolado adecuado, de estos alcorques que ya ha comenzado en algunas zonas de la ciudad, según el concejal de Parques y Jardines, Antonio García.

En este contexto, desde el Ejecutivo local recordaron que hay un «ambicioso» plan de arbolado en marcha, que se espera tener acabado durante este mandato, ya que uno de los objetivos prioritarios del área, según el edil, es la mejora y saneamiento del arbolado de la vía pública. «Se espera que en un período de diez años los más de 10.000 árboles en la vía pública de la ciudad cumplan estas pautas», apunta el edil.

Sobre la decisión de cubrir con cemento los alcorques donde se han retirado los árboles, el Ejecutivo local defendió que se trata de una medida de seguridad para evitar que haya accidentes y también de una medida provisional hasta que se replanten. «Es importante tener en cuenta que cuando se retira un árbol se cubre con cemento, lo que no quiere decir que no se vaya a replantar», explica el edil de Parques y Jardines. Consciente de que será un trabajo laborioso el cambio ejemplares, desde el tripartito reconocieron la necesidad de que la ciudad tenga un arbolado adecuado, que no provoque daños en las aceras, requiera un menor mantenimiento y menos necesidades hídricas.