El incalculable valor medioambiental y cultural del parque natural de El Hondo cautivó ayer a los visitantes de este enclave protegido durante una jornada de puertas abiertas organizada para celebrar el Día Mundial del Medioambiente, conmemorado el pasado lunes 5 de junio. Gracias a esta iniciativa, un grupo de 30 personas pudo disfrutar de una visita guiada gratuita de tres horas de duración en la que, además de observar muchas de las especies que se encuentran en el parque, contemplaron con admiración la belleza visual de un paraje único.
La puerta norte de El Hondo, cerrada habitualmente al paso de visitantes, se abría a las 8.30 horas para recibir al grupo inscrito en la visita y dar comienzo a un madrugador recorrido por las entrañas del parque natural. Antes de arrancar la marcha, el guía realizó una pequeña interpretación de la zona en cuanto a fauna, flora y la procedencia del agua que baña El Hondo y sus alrededores; una pequeña introducción que captó la atención de los visitantes desde el primer momento y les puso en situación de cara a las tres horas de visita que tenían por delante.
La interpretación del entorno bosquejada por el guía se llevó a cabo mediante distintas paradas en cada uno de los observatorios del parque natural. Mediante la ayuda de un telescopio y diferentes audios para mostrar los sonidos de algunas de las especies de aves que iban avistando, los visitantes disfrutaron de una experiencia que fue más allá de lo visual hasta que llegaron al observatorio de la Roseta, el más grande de cuantos existen en El Hondo y en el que grupo hizo un alto en el camino para almorzar y tomarse un pequeño descanso.
Final de la época reproductora
Los visitantes pudieron observar durante su recorrido entre carrizos diversos ejemplares de Malvasía cabeciblanca, especie que se encuentra en peligro de extinción y que encuentra en El Hondo una reserva fundamental. Igualmente, también disfrutaron del avistamiento de tarros blancos, flamencos, garcilla cangrejera, fumareles cariblancos, polladas de porrón común, etc., la mayoría al final de su época reproductora.
Además de este grupo, visitantes holandeses residentes en Rojales y otros particulares acudieron ayer a El Hondo por su cuenta a observar aves y disfrutar de la fotografía en plena naturaleza. Alguno, llevaba apuntados en su particular cuaderno de bitácora el número de aves de cada especie que había podido observar cada año en su obligada visita al parque natural. «Es maravilloso», aseguraba fascinado en un buen castellano señalando el entorno.
Dentro de esta jornada por el Día Mundial del Medio Ambiente, el centro de interpretación del parque acogió un taller sobre elaboración de comederos artificiales para aves con materiales reciclados.
