La aristocracia ibérica, hace más de dos mil años, utilizaba la cerámica como elemento propagandístico. La decoraba con figuras mitológicas con las que reivindicaba que sus antepasados estaban ligados a esos seres fantásticos, lo que de alguna manera justificaba su posición de poder. Una estrategia que se mantuvo a lo largo de la historia.

Hasta ahora, la mayoría de tinajas y vasos que han ido apareciendo en el yacimiento ilicitano de La Alcudia con ese tipo de decoración figurada se asociaba a periodos anteriores al primer asentamiento romano. El equipo de la Universidad de Alicante (UA) que encabeza el proyecto «Damas y Héroes. Tras la Ilici ibérica» y que ha estado excavando la zona en la que se encontró el famoso busto íbero, ha realizado un nuevo hallazgo que remueve todas las teorías con respecto a estos objetos con connotaciones políticas.

Los arqueólogos han dado con un fragmento de una tinaja ibérica con decoración figurada junto a una ánfora romana de tipo ovoide. Según el profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia Héctor Uroz, que forma parte de este equipo, «encontrar ambas piezas juntas nos da a entender que dicha tinaja estaba en pleno uso a finales de los años 40 antes de Cristo, justo cuando la colonia romana ya estaba asentada en la Alcudia».

Las hipótesis que se abren ahora, según este experto en iconografía ibérica, tienen que ver con el tipo de encuentro que se pudo producir entre ambas culturas, la ibérica y la romana, en una época en la que los antiguos íberos todavía tenían algún tipo de presencia entre los nuevos colonizadores.

«Según lo investigado, al parecer, se ha dado algún caso en el que los propios romanos encargaron este tipo de piezas ibéricas pero creo que, con lo que respecta a nuestro tinaja, no fue así. Pienso que fue la propia aristocracia íbera la que la fabricó. Lo que nos gustaría averiguar es el porqué. Sabemos muy poco sobre esta fase. Tuvo que haber un periodo de convivencia e interrelación. Es más, de auto-romanización de las propias élites ibéricas. Pero nos faltan datos. Tampoco conocemos demasiado sobre otras etapas íberas de la Alcudia, como la más antigua, que es a la que pertenece la Dama de Elche. De hecho, este busto también es un icono aristocrático. Por eso es tan importante seguir con la excavación que pretendemos reactivar en cuanto podamos», detalló Uroz. Unos trabajos que han contado con financiación de la UA y el Ayuntamiento de Elche.

La importancia de seguir

Si este equipo continúa metiendo la pala en la zona que están explorando podrían llegar al estrato que esconde los secretos de la etapa ibérica más antigua. Si con dos meses de excavación ya han conseguido empezar a hilar nuevas teorías, con lo que subyace en este área podrían modificar lo que entendemos como la historia de La Alcudia. Un relato con demasiadas piezas del rompecabezas por colocar.