Una tutela vitalicia para garantizar la supervivencia de pruebas históricas. Ese es uno de los principales objetivos que tendrá la futura ordenanza que regulará el uso de las actividades deportivas, cuyo borrador está ultimándose para someterlo a la consulta del Consejo Municipal de Deportes. Un organismo recientemente constituido en el que ya tienen cabida 230 entidades locales y representantes de diferentes sectores del mundo deportivo.

Con esta normativa, el Ayuntamiento pretende organizar de forma subsidiaria las actividades de «interés general» que tengan un arraigo en la ciudad y que estén en riesgo de desaparecer o que, en determinados momentos, tengan problemas de carácter interno o de organización como para no poder celebrar alguna edición en concreto.

En este sentido, el concejal de Deportes, Jesús Pareja, reconoce que «Elche tiene un conjunto de pruebas deportivas de todo tipo que son históricas como, por ejemplo, la Media Maratón o el Festa d'Elx». El Ejecutivo local apunta directamente a eventos que están asentados en el calendario y, como admite Jesús Pareja, «queremos tutelarlos de forma vitalicia para que se celebren siempre, esté quien esté».

Uno de los casos que podrían ser susceptibles de recibir el apoyo municipal podrían ser las pruebas de largo recorrido que son organizadas o comandadas por clubes que hayan desaparecido en ese momento. No en vano, el tripartito también pretende incluir en la ordenanza municipal de deportes otros supuestos para proteger las pruebas, como es el de garantizar la continuidad de eventos deportivos históricos, independientemente de la formación política que gobierne en ese momento en el Ayuntamiento.

«De lo que se trata es de analizar las pruebas de carácter municipal y las que se organizan con el tejido deportivo local para darle ese carácter institucional y ofrecer esa tutela vitalicia. Sería una lástima que las que tienen esa historicidad se pierdan», precisa el edil de Deportes.

No obstante, por ahora el Ayuntamiento no ha concretado cuáles serán esas pruebas de «interés general» que podrían salir beneficiadas de esa protección, ni en qué se basará para determinar en qué situaciones concretas responderá subsidiariamente en la organización de las actividades. En cualquier caso, desde el equipo de gobierno se han comprometido a dar participación a todas las entidades deportivas y a contar con su opinión para perfilar tanto este aspecto como el resto de la ordenanza. La intención del tripartito es que antes de que acabe el año puedan haber presentado, al menos, el borrador a los representantes del tejido deportivo. De entrada, la asamblea general del Consejo Municipal de Deportes se reunirá dos veces al año.

Nuevas exigencias

A finales del año pasado, la desaparición del Triatlón de Arenales desataba la polémica después de doce años seguidos celebrándose. Desde el club atribuyeron a la falta de ayuda municipal en Elche la supresión de la prueba y su traslado a tierras oriolanas.

Por su parte, el Ayuntamiento anunciaba meses después que la actividad la organizarían en octubre otros clubes deportivos para llenar el vacío que había quedado tras la suspensión de «Arenales 113». Pareja matizaba en este caso que Elche iba a tener «un triatlón que revertirá en el deporte base de la ciudad».

Sin embargo, no era la única. La Cursa del Dàtil tampoco se ha celebrado este año. Sus organizadores, la Asociación Cultural y Deportiva Penya Altabix, lo achacaba también a las exigencias del reglamento deportivo y a los «costes inasumibles» a los que tienen que enfrentarse ahora para organizar la prueba.

Y es que, desde hace un año, el Ayuntamiento ha empezado a aplicar una nueva normativa ante el boom del «running» en la ciudad. Con ello, los colectivos y clubes que impulsan actividades deportivas tienen que cumplir con más trámites administrativos, además de sufrir un encarecimiento de los seguros y estar obligados a la contratación de un titulado oficial de Ciencias del Deporte y a asumir gastos de la asistencia sanitaria.

Frente a ello, el Ejecutivo local se ha escudado en que tan solo está haciendo cumplir una normativa autonómica que es obligatoria y rechaza que las exigencias sean más restrictivas. «Lo que no es normal es que en Elche no haya un código ético ni ningún instrumento que regule las pruebas deportivas», defiende el concejal del área. Con este panorama, y con la nueva ordenanza deportiva en plena redacción, uno de los objetivos del tripartito es integrar ese reglamento autonómico en la normativa municipal, con la finalidad de que haya un solo manual en el que se regule desde el uso de las instalaciones deportivas, las relaciones en el mundo del deporte entre la Concejalía y los clubes, las diferentes pruebas deportivas y hasta los entrenamientos.