El cuarteto colombiano Morat, experto en componer estribillos tan pegadizos como los de aquellos Hombres G de los años 80, ha hecho un hueco en su agenda internacional para ofrecer un concierto el día 20 de julio, a las 21.30 horas, en la Rotonda del Parque Municipal de Elche. Las entradas ya están a la venta, y se pueden comprar en el Gran Teatro y en Instant ticket. Colabora en la organización el Ayuntamiento. Estos jóvenes veinteañeros defienden ese tipo de grupo que a todo adolescente le hubiera gustado montar para conquistar a la chica más popular de su clase. Aunque sus letras no son rebuscadas, como buenos colombianos dejan caer alguna que otra referencia al realismo mágico de autores como Gabriel García Márquez.

De hecho, en el videoclip de su gran éxito, «Cómo te atreves», aparte de aparecer un montón de millennials pegándose la fiesta entre coches vintage, hacen un guiño al cuento de Julio Cortázar «La autopista del sur». En definitiva, canciones pop de toda la vida con la eterna alusión al desamor pero que gozan de un pequeño punto que las convierte en himnos generacionales. Un ejemplo de que esa juventud a la que todo el mundo acusa de insensible y mermada por la tecnología, siente, llora y se engancha a temas ñoños y entrañables.

Lo que también es cierto es que la manera en la que se creó este grupo podría alimentar el guión de una película para público juvenil. Se conocen desde los cinco años y en el colegio ya hicieron sus pinitos componiendo canciones navideñas. Algo más talluditos empezaron a quedar en el garaje de uno de ellos para dar forma a una banda de rock. Cuentan que, en un principio, su sonido iba a ser mucho más rudo pero los problemas con una vecina les obligó a optar por géneros mucho más apacibles como el folk y el pop, que es el que les encaminó hacia el éxito internacional que actualmente solo empiezan a saborear. Disco de Oro, Premio a Mejor Banda Revelación de los 40 Principales y nominaciones a los Latin Grammy y a los MTV MIAW.

Continuando con su relato hollywoodiense, un buen día su mánager los encontró tocando en un pequeño bar de Bogotá y apostó por ellos. A partir de ahí, contactaron con el productor del Cali y el Dandee y en la primera reunión que mantuvieron les propuso que compusieran, in situ, una canción, y en menos de media hora tenían lista «Mi nuevo vicio». Esta composición empezó a sonar por todos lados gracias a las magia de las redes sociales y la hermana de Paulina Rubio la escuchó y se enamoró, y convenció a la Rubia de Oro para que se quedara con este temazo. Finalmente, lo acabaron interpretando con ella en un videoclip que grabaron en Los Ángeles (Estados Unidos). A los pocos meses se subían con Paulina al Barclays Center de Madrid ante 15.000 personas.

Y a partir de ahí todo se disparó. De la mano de Universal sacaron su disco debut, «Sobre el amor y sus efectos secundarios», cargados de «hits» entre los que destacan «Cuánto me duele» o «Cómo te atreves», que habría que ser muy asocial para no haberla escuchado aunque sea de refilón. O incluso «Aprender a querer», en el que reflejan, a través de un vídeo, la problemática de la explotación laboral en territorio colombiano.

Una piedra ya sorteada

El único capítulo oscuro en todo este camino de luz fue que su batería, Alejandro Posada, decidió abandonar en diciembre la aventura, por razones personales, aunque le cedió el puesto a su también amigo Martín Vargas, hermano de otro miembro del grupo. Todo queda en familia. Y todo sigue su curso como han demostrado sacando, recientemente, nuevos temas como «Ladrona» y «La última vez». Actualmente están de gira por México pero, en menos de dos meses, escribirán un capítulo más de esta historia en la ciudad de las palmeras.