Aprender y visualizar lo aprendido ha sido el objetivo de alumnos de segundo curso de la ESO del IES La Asunción, que ayer salieron a la calle para escenificar cinco fechas históricas que ayudan a entender mejor la evolución de la ciudad de Elche. Los alumnos tuvieron que recrear lo aprendido en las aulas a través de la teatralización, con unos espectadores de excepción, usuarios del centro de día de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer, a los que se fueron sumando vecinos del centro de Elche.

La historia empezó en la Plaça de Baix, donde los alumnos recordaron que en 1492, cuando se descubrió el continente americano, Elche trataba de protegerse de los ataques que podían llegar por el mar, y que, por eso, se construyeron varias torres vigías.

La función, con público incluido, fue cambiando de ubicación. La segunda parada se efectuó ante los Baños Árabes descubiertos delante del Mercado Central. En este punto se recordó el año 1526, cuando tuvo lugar el bautismo de la morería de El Raval.

Dos narradores iban conduciendo a los espectadores, que seguían, a su vez, a dos profesores tocando la dolçaina y el tabalet. Así llegaron hasta la fachada principal de la basílica de Santa María, donde los alumnos trasladaron al público hasta el año 1609, y recordaron la expulsión de los moriscos de la Península por orden de Felipe III.

La historia, contada por los alumnos del IES La Asunción, se detuvo a continuación delante de la fuente de la plaza de la Merced, para recordar que en 1789 llegó por primera vez el agua potable a la ciudad, gracias a la conducción que encargó el obispo Tormo, y que llevó agua hasta Les Eres de Santa Llúcia. La quinta y última fecha que recordaron ayer los estudiantes, en las inmediaciones del puente de Altamira, con el palacio de fondo, fue la de 1913, cuando se construyó el puente de Canalejas y se produjo la llegada del ferrocarril a la ciudad, con el impacto que tuvo en el Palmeral ilicitano.

Además de enseñar a los jóvenes fechas claves de la historia de Elche, se puso el acento en los enclaves en los que se representó cada historia. «El aprendizaje del patrimonio local es fundamental para valorar su conservación», apuntó el profesor del IES La Asunción José Antonio Serrano, que dirigió la actividad, que contó con la colaboración de la Asociación de Pobladores de Elche, que cedió vestuario a los jóvenes.

«Ha sido una experiencia muy ilustrativa», decía una vecina que se detuvo a escuchar a los estudiantes a su paso por el centro de la ciudad. Una actividad de aprendizaje y servicio que ayer sorprendió a más de un transeúnte ilicitano, que tuvo la ocasión de saber un poco más de fechas destacadas en la evolución de Elche.