El Consell ya ha mostrado sus cartas. Aunque todavía hay un plazo de 20 días para que se presenten nuevas alegaciones, la primera resolución, que es no firme todavía, del proyecto del Plan de Ordenación del Litoral (Pativel) se ha reafirmado a favor de otorgar el nivel máximo de protección para uno de los sectores considerado clave para el desarrollo urbanístico de La Marina. Algo por lo que oposición y vecinos han cargado ya contra el tripartito y contra el Gobierno autonómico al considerar que se eliminará cualquier posibilidad de crecimiento en la pedanía costera de Elche. Se trata del sector urbanístico MR-10, una de las franjas centrales de partida rural, en la que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) contemplaba una superficie urbanizable de 460.000 metros cuadrados, lo que supondría la creación de unas 1.840 viviendas.

Sin embargo, en esa primera resolución, que la Conselleria de Vertebración del Territorio someterá ahora a un segundo periodo de exposición pública, la propuesta es restringir al máximo la edificabilidad y elevar al grado de protección inicial sobre esa controvertida franja del litoral. En concreto, el Pativel ha clasificado la zona como suelo no urbanizable de protección del litoral, con lo que la cifra de viviendas permitidas se podría reducir al mínimo, a 304, de acuerdo a los planteamientos iniciales que el Consell había propuesto. Incluso ser más restrictiva, según sostienen fuentes municipales.

No obstante, el Ejecutivo local todavía está estudiando el documento sobre los efectos que tendría esta resolución, aunque tampoco descarta volver a presentar alegaciones, tal y como señaló ayer el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez.

Mientras el Ejecutivo local toma una decisión, ese paso adelante que ha dado el Consell era recibido ayer como una auténtica tormenta en el seno de la oposición. De entrada, los populares vaticinaron que con esta resolución «quedaría totalmente estrangulado cualquier desarrollo de actividad económica y urbanística en la zona». Por su parte, desde Ciudadanos, manifestaron su intención de presentar alegaciones de nuevo y tacharon de «plan macabro» el Pativel del Consell, que, a su juicio, «va a eliminar cualquier posibilidad de crecimiento de la pedanía ilicitana, ahogando cualquier proyecto de futuro». En la misma línea, desde la Asociación de Vecinos Pinomar de La Marina, también alegarán contra la decisión del Consell, que, pese a no ser definitiva, ha desatado el malestar en la pedanía en la que ya estudian movilizaciones. Y es que, para el colectivo vecinal, la máxima protección del MR-10 hace prácticamente inviable que los otros dos sectores urbanísticos (el MR -5 y el MR-7) sí que puedan desarrollarse tal y como contempla el Plan General de Ordenación Urbana, y tal y como ha aceptado el Consell tras las alegaciones del Consistorio.

La polémica

El blindaje del ladrillo en La Marina ha tensado en los últimos meses las cuerdas en el Ayuntamiento ilicitano. Principalmente en lo que se refiere al sector MR-10, al que también el tripartito presentó alegaciones para pedir al Consell un plan intermedio. Ni 304 viviendas ni 1.840, sino que se postuló a favor de reducir el ancho de la franja paralela a la costa afectada por el Pativel, pero incrementando la protección de este suelo afectado y permitiendo 739 viviendas. Pero esa idea seguía sin gustar ni a la oposición ni a los vecinos ni tampoco a los ecologistas, que siempre han defendido la máxima protección.

Sin embargo, tras la alianza del PP, Ciudadanos e Ilicitanos por Elche en el pleno, al Ejecutivo local no le quedó más remedio que sacar adelante una moción para pedir más edificabilidad en este sector urbanístico. Algo que, según el edil de Urbanismo, sí que se remitió a la Conselleria en su momento.

Frente a ello, tanto el Partido Popular como Ciudadanos sostienen y denuncian que el tripartito presentó sus alegaciones al Pativel sin modificarlas, después de que la moción obtuviera luz verde. De cualquier manera, el Ejecutivo local reconocía ayer que, respecto al MR-10, el Consell no ha tenido en cuenta, de momento, todo lo que pidió el Ayuntamiento, «lo cual no significa que el Consistorio no haya alegado», matizaba José Manuel Sánchez.

No obstante, todavía queda una puerta abierta para que el Consell retroceda. Lo que ahora propone el edil de Urbanismo es que «debemos seguir reafirmando lo que ya presentamos, que es permitir un crecimiento sostenible con una protección del medio ambiente. Eso significa que aquellas zonas de interés ecológico hay que protegerlas, pero permitir la actividad económica y crecer», sentenció.