El Juzgado de Instrucción número 4 de Elche ha reabierto la investigación por un supuesto fraude al manipular un informe de atestados para beneficiar a una agente de la Policía Local, implicada en el siniestro, cuando estaba de servicio. La Audiencia Provincial instó a su reapertura tras el archivo de la causa. El origen de la denuncia radica en el testimonio de otro agente, que fue quien realizó el atestado en el momento del accidente, ocurrido a finales de 2011, y para quien la culpable del siniestro fue su compañera, pese a que el informe final recogió todo lo contrario. El agente de atestado puso en conocimiento de la Fiscalía estos hechos, quien solicitó al juzgado su investigación.

El propio agente ha interpuesto una querella criminal, que es la que ha dado el impulso definitivo a la reactivación del proceso judicial. Así se desprende de un escrito que le ha remitido al área de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Elche, solicitando amparo por mobbing tras interponer esta querella, que fue admitida a trámite a principios de este mismo mes. Según apuntaron fuentes judiciales a este diario, los presuntos estafadores declararán durante las próximas semanas, tras haberse iniciado la toma de declaraciones a principios de mayo.

En dicho escrito, el funcionario expresa su temor a sufrir un acoso que, según relata, lleva produciéndose desde hace cuatro años, momento en el que se hizo público que había puesto los hechos en conocimiento del fiscal. Sus compañeros se enteraron debido a que una copia de se denuncia apareció en el tablón cuando el fiscal pidió a los altos mandos un informe sobre lo ocurrido, según recoge el escrito. Además, habría circulado por varios grupos de WhatsApp. A partir de ese momento, sufrió «salvajes represalias totalmente injustificadas» par parte de los diferentes mandos, señala.

Los hechos datan de finales de 2011. El agente, que entonces trabajaba en la unidad de atestados, asistió un accidente en el Parque Municipal, junto al Molí del Real, en el que se vio implicada una compañera, que circulaba con la motocicleta detrás de un camión. La agente cayó al suelo al rozar la moto con la parte trasera del camión. Según la denuncia, el conductor no habría tenido la culpa al circular delante de la moto, que posiblemente intentó adelantar por la derecha mientras el camión aparcaba en batería, también en el lado derecho. Sin embargo, el atestado atribuyó finalmente la responsabilidad del accidente al camión, al plantear que se había echado encima de la motocicleta. Una conclusión diferente a la que realizó el agente, que fue relevado de la instrucción del atestado.

El denunciante solicita así activar algún protocolo extraordinario de prevención de riesgos laborales, o guardar su vehículo en el sótano de la Jefatura de la Policía Local, ya que «he encontrado varios desperfectos estéticos en el vehículo de mi propiedad». Estos se habrían producido «de modo aparentemente intencionado, en el descampado de tierra que hay tras la nueva jefatura». Además, una copia de la denuncia interpuesta en la Fiscalía apreció colgada en el tablón de la Jefatura, donde aparecían todos los datos personales del agente, y también circuló por varios grupos de WhatsApp, lo que habría contribuido al escarnio público, según se recoge en el escrito.

Todo ello sumado al hecho de que, paralelamente a todo el proceso judicial tras la denuncia, se le abrió un expediente sancionador por formular dicha denuncia y contradecir la versión de sus superiores, alguno supuestamente partícipe en esta presunta estafa.