Ir a un mercado de food trucks, al menos en Elche, no es del todo compatible con la «operación bikini». Pero la pinta de muchas de sus propuestas merecen ese kilito de más. La mayoría de camiones, furgonetas, caravanas y tenderetes que se han instalado en el Paseo de la Estación han optado este año por platos contundentes aunque sin olvidar un punto de autor que ofrecen a pie de calle. Nicolás Soto, propietario de uno de estos negocios gastro-nómada, lo explica de manera sencilla: «Hace dos años, cuando empecé, aposté por un producto muy pensado, una especie de bocado de alta cocina. Con el tiempo me he dado cuenta de que, al menos en el Levante, la gente quiere algo que le sacie y por lo que no tenga que rascarse mucho el bolsillo». Soto, en su camioneta inspirada en la cultura vikinga, ha encontrado la solución a esta ecuación con unas hamburguesas a las que les aporta toques ahumados junto a otros ingredientes de raíz nórdica, con el fin de atraer a los rastreadores de nuevos sabores.

La dinámica se extiende entre sus compañeros, que estrenaron ayer la II edición del Street Food Market en tierras ilicitanas. Hamburguesas, pizzas, suculentos bocadillos, burritos, nachos, carne a la parrilla, croquetas... Eso sí, muchas de estas delicias van acompañadas de carteles en los que se promociona lo gourmet, lo ecológico, lo natural e, incluso, las alternativas que existen para celíacos o vegetarianos.

Irene Pérez Rambla y su hermano Fran aseguran tener las frankfurt más auténticas de todo el Paseo de la Estación. Estos dos ilicitanos, que llevan con este negocio móvil desde octubre, y que ayer se estrenaban con su camioneta en su localidad, han recuperado una tradición iniciada por su abuela, que se encargaba de elaborar este tipo de salchichas de manera artesanal. «Son bocadillos pero tratamos de innovar con recetas propias e internacionales, como la de la famosa Bratwurst alemana o la Pikantwurst a la plancha, de la que incluso detallamos los ingredientes en un libro que hemos editado contando nuestra historia», indican ambos emprendedores.

La cocina internacional vuelve a estar muy presente. Desde el clásico puesto de sushi a otros food trucks que apuestan por degustaciones más latinoamericanas como las arepas o los tacos. El puesto de Álex Castro está, sobre todo, orientado a la cocina mexicana. «En esta zona funciona genial. En concreto, a los extranjeros. Les encanta todo lo que tiene que ver con este cultura y con esta comida. Buscan exotismo pero a la vez que les llene. Es como un equilibrio entre algo económico y algo medianamente elaborado», incide el cocinero. Los food trucks permanecerán en el Paseo de la Estación hasta el domingo. El año pasado ya congregaron a 40.000 personas y, ayer contaron con un buen número de ilicitanos dispuestos a clavarle el diente a estas propuestas con sabor... callejero.