El singular y esperado segundo lunes de mona en Elche volvió a servir de excusa a los ilicitanos para escaparse por unas horas ayer hasta el Pantano de Elche o hasta las diversas playas del municipio y de Santa Pola, como viene siendo tradicional.

Pero también el día permitió, a los que huyen de acudir a los destinos más habituales en una jornada como la de ayer, salir en bici o correr de un modo más relajado de la cuenta y con menos tráfico, lavar el coche, quedar con los amigos para tomar el aperitivo y comentar el partido Madrid-Barça o también desplazarse hasta otras localidades próximas en coche donde no era festivo y poder visitar así tiendas y otros centros comerciales.

La nevera portátil, la sombrilla y las sillas plegables, los tuppers, las patatas, el típico bocata, la toalla, la mona con el huevo, la gorra para el sol o el balón volvían a ser los elementos indispensables a cargar en el coche, y no necesariamente a partir de una hora demasiado temprana.

Con los amigos o con la familia, la jornada de ayer se brindó, debido a las buenas temperaturas, adecuada para tumbarse bajo un árbol, tomar el sol, darse un frío chapuzón, dejar a los niños jugar al aire libre o dar un paseo por la naturaleza con o sin las mascotas.

En el merendero del Pantano de Elche reinaba un ambiente de sana alegría y ricas viandas, regadas con cerveza y refrescos, que se inmortalizaban a golpe de selfis. Lo mismo, pero más cerca de la playa, en las pinadas del Clot de Galvany, diversas familias habían tomado posiciones dispuestas a pasar una jornada de lunes al estilo dominguero.

Y por supuesto, las playas de El Altet, Arenales, Carabassí, La Marina y las de Santa Pola recibieron un aluvión de visitantes y de ilicitanos en busca de consolidar su moreno de estos días, pero también de tener un rato distendido para charlar con las amistades, leer un libro, jugar a las cartas, improvisar un partido, jugar a las palas y, por supuesto, romper el huevo de mona en la frente del de al lado.

Por la tarde empezó a refrescar algo, sobre todo si la zona de sombra había empezado a hacerse mayoritaria, por lo que una chaqueta tampoco estuvo de más para muchos que apuraban el hecho de que ahora anochece más tarde. Y ahora, a esperar al próximo puente, que hará ya el tercero consecutivo: el del Primero de Mayo.