«Pásale este libro a alguien o déjalo libre en su aventura», reza en la etiqueta de las 600 novelas con las que el Ayuntamiento de Elche ha decidido sumarse al movimiento del «bookcrossing», procedentes de las bibliotecas municipales y recogidos de donaciones realizadas por personas privadas. Hoy mismo arrancan las andanzas de todos estos libros, tal y como explicó ayer la concejal de Cultura, Patricia Macià. El mecanismo del «bookcrossing» es bien sencillo y se aplica igual en todo el mundo: se deja la novela en un rincón de la calle, alguien lo coge, registra el código que lleva consigo en la web www.bookcrossing-spain.com y, cuando lo acaba, el usuario lo coloca en otro punto, ya bien sea en este caso de Elche o de otra ciudad.

Una de las bibliotecarias, según Macià, dio hace poco con un ejemplar del que perdió la pista hace cuatro años durante una actividad parecida.

El Ayuntamiento ha seleccionado 20 ubicaciones repartidas por todo el casco urbano y por las pedanías que son la Pasarela, la Glorieta, el Parque Municipal, la Estación de Renfe, la Estación de Autobuses, La Lonja, el Centro de Congresos, el Huerto Ripoll, la Iglesia de San José, la parada de autobús de la avenida Ramón Pastor, el Colegio Lluís Vives, La Marina, El Altet y las plazas de Madrid, Barcelona, de San Juan, Benejúzar, de Castilla, del Primero de Mayo y del Congreso Eucarístico.