Este próximo domingo 23 de abril se cumplirá un año desde que el actual Ejecutivo pusiera en marcha la experiencia de cortar al tráfico privado la Corredora, una medida que fue consensuada en la Mesa de Dinamización Comercial. Recuperar la calle, hacer una ciudad más amable y ecológica, contribuir a dinamizar el centro y hacer a los peatones protagonistas del mismo son algunas de las justificaciones del tripartito. En los últimos días, tanto el edil de Comercio, el socialista Héctor Díez, como el de Participación Ciudadana, Felip Sànchez, de Compromís, han defendido dejar el cierre de los sábados. Podemos, sin representación municipal, también se adentró ayer en este debate en parte, al proponer al equipo de gobierno que realice una consulta popular para acordar el cierre o no de la Corredora en general. Podemos, que en cualquier caso está a favor del cierre, cree que se debería votar por la clausura total de esta calle; que se permita solo el paso del autobús todos los días; o que se cierre y solo pase el bus de lunes a viernes.