Visitantes esporádicos y personas que pasean habitualmente por la zona de El Carabassí, desde el merendero del Clot de Galvany hasta la zona de la pequeña ermita debajo de Gran Alacant, en el límite entre Elche y Santa Pola, llevan días quejándose de la existencia de numerosos mosquitos en ese punto, un problema que hacía tiempo que no se daba.

Ana, una vecina de Alicante, relata cómo el pasado jueves, acompañada de familiares y amigos, se disponían a pasar un día de mona adelantada en la zona donde en verano suelen haber chiringuitos en primera línea de playa, junto a la ermita. Al bajar del coche, relata, notaron enseguida que los mosquitos no les iban a dejar pasar una jornada tranquila, por lo que decidieron dirigirse hacia la zona de merenderos del Clot de Galvany.

Allí, asegura Ana, también había mosquitos, aunque menos, y finalmente decidieron quedarse, aunque sin renunciar a desplazarse a Gran Alacant para comprarse, eso sí, repelente contra insectos. Aún con este remedio, ayer ella y varias amigas continuaban sufriendo los efectos de las picaduras, con molestias y rojeces en la piel, tanto que incluso una de ellas tenía intención de dirigirse a los servicios de Urgencias de Alicante.