La crecida del río Vinalopó durante la última gota fría dejó varias horas incomunicados a varios vecinos de la partida rural de Daimés. Chalets completamente anegados, dificultades para acceder y salir de las viviendas, muros completamente destrozados y la desesperación compartida por los residentes de la zona fueron algunas de las consecuencias que dejó el temporal de mediados de marzo.