Elche, Nueva York y el franquismo. Cultura, educación y memoria histórica. Pasado, presente y futuro. De una tacada, la última propuesta que emana de la Associació Cultural Memòria i Justícia d'Elx i Comarca abarca desde lo local a lo internacional, desde una parte de la historia de nuestro país hasta la justicia poética, desde la docencia hasta el arte.

Y todo ello con una petición tan sencilla aparentemente como es que el colegio Víctor Pradera cambie de nombre. Y lo haga por el del pintor José María López Mezquita. Así al menos lo ha solicitado al Ayuntamiento, el cual ha dado traslado de esta solicitud al propio colegio, al no ser competencia suya y sí de la Conselleria de Educación, que sería la que tendría la última palabra.

A partir de aquí, numerosas lecturas se pueden realizar del hecho de que dicha asociación le haya pedido al Consistorio que haga gestiones para sustituir el nombre por el del pintor López Mezquita.

¿Y quién es López Mezquita? ¿Y por qué el colegio Víctor Pradera? ¿Y qué motiva dicha petición?

Dicha asociación recuerda que Víctor Pradera, nacido en Pamplona, fue un «acérrimo partidario» del golpe de Estado del 18 de julio de 1936 protagonizado por un grupo de militares. «No tuvo ninguna vinculación con nuestra ciudad, ni tan siquiera consta que nos visitara en ningún momento de su vida», asegura José Antonio Carrasco Pacheco, presidente de dicha entidad, quien insiste en que puede ser considerado en esencia un franquista, afín a la dictadura y a la ultraderecha, además de ser amigo íntimo de José Antonio Primo de Rivera.

Así las cosas, y en vista de la inexistencia de un nexo de unión entre el personaje y el municipio, se apela a la vigente Ley de Memoria Histórica para instar a la Corporación municipal a que el colegio público «tome otro nombre, más conforme con el actual periodo democrático español y la naturaleza, tradiciones e historia ilicitanas».

No obstante, la asociación cultural plantea a su vez una alternativa a la supresión de esa denominación. Y lo hace también con una mirada histórica.

En 1929 se instaló en el huerto conocido como el de la Cruz Roja, un pintor granadino, «de reconocida fama mundial» llegado a Elche a instancia de The Hispanic Society of America con el propósito de pintar unos cuadros representativos de la identidad ilicitana.

El encargo fue realizado, hasta el punto que los lienzos que reflejan la vida social y la naturaleza de Elche continúan en la citada pinacoteca neoyorquina. Actualmente, The Hispanic Society of America es el mayor y más importante museo de arte español fuera de España y una parte de Elche se puede, por tanto, admirar en Nueva York.

Desde la dirección del colegio Víctor Pradera se valora la intención y la propuesta, pero, al tiempo, se recuerda que es el propio centro el que tiene que tomar sus decisiones dentro de su propia autonomía.

Según ha podido saber este diario, en el colegio es cierto que se está sopesando la posibilidad de cambiar el nombre, pero no en el sentido que propone la asociación, sino más bien de cara a reivindicar el papel de la mujer.

En cualquier caso, la iniciativa de este colectivo propicia el segundo debate en la ciudad relacionado con la aplicación de la Ley de Memoria Histórica. El primero se generó a raíz de erradicar el nombre de la calle José María Pemán, y que tuvo su traslado posteriormente a las Cortes Valencianas al presentarse por parte de Compromís una proposición no de ley para cambiar el nombre del consultorio de Elche que también lleva la denominación del escritor franquista.