Más de 150 delegados de UGT del País Valencià defendieron ayer en Elche la necesidad de recuperar la presión social para luchar contra la precariedad laboral, la reducción de salarios y las irregularidades en los contratos. Representantes sindicales de diferentes municipios del territorio valenciano abordaron ayer las líneas estratégicas de cara a la manifestación del 1 de mayo.

El secretario general de UGT en el País Valencià, Ismael Sáez, incidió en la importancia de aprovechar la actual situación parlamentaria para defender los intereses de los trabajadores. «Hay una configuración parlamentaria proclive y el PP está en minoría, por lo que creemos que la presión en la calle puede tener más eco», afirmó Sáez.

A las puertas del Día del Trabajador, la organización sindical denunció la alta cifra de empleados, cuyos sueldos están por debajo del salario interprofesional. A parte de esos obstáculos, el secretario general de la nueva comarca de UGT Muntanya-Vinalopó-Vega Baja, Ismael Senent, puntualizó que en «el sur de la provincia contamos con una problemática añadida, como es la economía sumergida, que afecta ya todos los sectores, no solo al calzado, sino al comercio y la hostelería donde hay empleados que tienen contratos de dos y cuatro horas y trabajan 14 horas».

A estas dificultades, los sindicalistas de UGT añadieron otras como el reparto de los presupuestos generales del Estado en el territorio autonómico. «La Comunidad Valenciana es pobre y a la vez solidaria con los demás. Es una burla lo que han hecho con las inversiones y no se puede seguir sosteniendo», lamentó el representante de UGT en el País Valencià.