La Policía Nacional de Elche investiga la quema de una bandera de España que estaba colgada en un balcón de un edificio histórico frente a la basílica de Santa María.

La residente de esta vivienda, una mujer de 90 años, aseguró que había colocado la enseña con motivo de las procesiones de Semana Santa, para mantener la tradición de su familia.

Sin embargo, cuando la vecina se levantó ayer por la mañana, descubrió que ya no quedaba casi nada de la insignia de once metros de longitud que decoraba su ventana. Había quedado completamente calcinada y apenas quedaban unos restos de cenizas.

Tras el susto, la mujer denunció los hechos ante la Policía Nacional y los agentes se desplazaron hasta la casa para tomar fotos y abrir así una investigación con el fin de esclarecer el acto vandálico. Con el miedo todavía en el cuerpo, la afectada explicó ayer que la bandera se situaba sobre el tendido eléctrico de la vivienda.«No tienen conocimiento, por aquí pasan muchos cables y podría haberse incendiado la casa. Menos mal que estaba durmiendo y no me he enterado».

Los bomberos del parque de Elche recibieron el aviso en torno a las tres de la madrugada, pero no llegaron a intervenir en este inmueble, situado en la conocida Casa de los Cosidó, porque la bandera ya se había calcinado.

Hace dos años, la misma mujer ya sufrió el robo de la insignia española cuando estaba colgada en el balcón y ayer directamente fue devorada por las llamas. «No entiendo qué daño puede hacer esta bandera. Yo lo hago por costumbre familiar y sin ningún motivo político», confesaba ayer la mujer. Ahora, sus familiares y allegados han decidido esperar hasta el Domingo de Resurrección para volver a colocar la insignia frente al templo del Misteri y engalanar el balcón con motivo de la procesión de la Patrona.