La costa de Elche y Santa Pola estrenó ayer con motivo del comienzo de Semana Santa la temporada de sol y playa en 2017. A pesar de que durante casi todo el día se superaron los veinte grados y de que la bandera verde ondeó durante toda la jornada, pocos bañistas se acercaron al litoral ilicitano para darse el primer chapuzón del año y aprovechar el sol que brillaba en la costa.

Y es que se espera que la gran afluencia de personas llegue a las playas de la zona a partir del martes, cuando los colegios estén de vacaciones y las familias puedan aprovechar el día de playa.

«Es habitual que a estas alturas haya poca gente, casi todos llegan más adelante. Ahora estamos solo los de siempre», aseguraba Germán a media mañana, un veterano bañista con residencia en los Arenales del Sol que apuntaba que cuando mejor se está en la playa es «a primera hora, cuando los turistas todavía duermen».

El de este año es un inicio de campaña singular, ya que el invierno ha sido especialmente duro debido a la cantidad de temporales que han azotado el litoral mediterráneo en los últimos meses y que han arrasado parte de la costa levantina, llevándose por delante las instalaciones habilitadas para los bañistas.

Sin embargo, los servicios de mantenimiento han estado trabajando para tener todo preparado y recibir en condiciones a los primeros visitantes del año. Aun así, en La Marina, donde el fuerte viento y la intensa lluvia fueron especialmente severos en diciembre y en enero, algunos desperfectos no se han subsanado y todavía se pueden apreciar.

En algunas zonas, el mar sigue cubriendo parte de la arena donde antes los turistas tomaban el sol. Además, los lavapiés no funcionan y su mecanismo, compuesto por unos tubos gruesos que van desde el mar hasta la arena, están sin enterrar y a la vista de los bañistas, algo que sorprendió a algunos de ellos, enfadados por no tener a su disposición los lavaderos de los pies.

«Llevo muchísimos años viniendo a esta playa y nunca he visto esos tubos, imagino que la idea será enterrarlos para que no estén a la vista de todos», señalaba Mari Ángeles, una madrileña que asegura que La Marina es uno de sus lugares favoritos del municipio.

Los mismos tubos también se podían apreciar en tramos de la playa de Arenales, donde los lavapiés sí que estaban a disposición de los bañistas y los desperfectos causados en invierno todavía se notaban en la zona donde está instalado el puesto de vigilancia. En esa parte de Arenales, el mar se ha comido unos 15 metros de arena y cubre lo que hace unos meses todavía era arena.

Tranquilidad en Santa Pola

En Santa Pola, los que decidieron pasar el comienzo de Semana Santa en la costa también disfrutaron de una jornada plácida marcada por el buen tiempo. Aunque por la mañana fueron pocos los que se acercaron a la playa, según avanzaba la jornada, cada vez más personas se animaron a tomar el sol en Playa Lisa y Levante.

Allí el temporal no causó tanto daño como en las playas de Elche y las instalaciones habilitadas para los bañistas funcionan correctamente. Daniel, un joven estudiante de la localidad, destacaba que estos días son perfectos para relajarse en la playa y que casi todos los daños sufridos por el temporal se han arreglado. «Aquí también hemos sufrido los temporales, pero hemos tenido suerte y no ha pasado como en El Pinet o en La Marina», apuntó.

Como lleva sucediendo en los últimos años, Cruz Roja es la encargada del servicio de vigilancia en el litoral santapolero. En Semana Santa se encargará de cuidar la seguridad de los bañistas entre las 10 y las 18 horas, en horario ininterrumpido, hasta el 17 de abril.

Además, Cruz Roja cuenta con importantes novedades en esta campaña turística: posee un desfibrilador en Playa Lisa y otro en Levante -antes solo tenían uno en la ambulancia- y será la encargada de administrar el uso del baño adaptado, un servicio para ayudar a las personas con algún tipo de discapacidad o minusvalía zambullirse en el agua.

Ayer los equipos de salvamento no tuvieron ninguna incidencia grave y la jornada transcurrió con tranquilidad, pero las playas de la costa ilicitana y santapolera ya se preparan para la gran cantidad de turistas que esperan recibir a partir del martes, cuando los colegios de la zona den vacaciones.