«Si nos fuésemos al polígono le daríamos un disgusto a nuestros trabajadores», asegura Susana Quiles, de la empresa Baltarina que fabrica en Carrús la firma Balchini. Esta empresa empezó a funcionar hace 60 años en Carrús. Quiles explica que «cuando empezó la fábrica estaba en las afueras de la ciudad, y ahora estamos rodeados por viviendas». La empresaria indica que «no nos planteamos irnos porque estamos muy cómodos. Todos nuestros empleados son vecinos del barrio que viven alrededor y están contentos con ello». De hecho, apunta Susana, «cuando hemos dicho que implantar el horario europeo no han querido, porque valoran mucho el poder ir a casa a la hora de comer». Además, apunta que «estamos acostumbrados a pedir permiso para cortar la calle cuando recibimos contenedores, pero sólo es unas ocho veces al año».