El anuncio de crear una nueva Facultad de Medicina en la Universidad de Alicante (UA) para el próximo curso se ha encontrado ahora con una nueva cortapisa que hace que la lista de detractores de esta iniciativa crezca con el paso de los días. La última en pronunciarse en contra ha sido la consellera de Sanidad, Carmen Montón, que tampoco ve con buenos ojos que la Comunidad Valenciana cuente con más oferta formativa en esta rama educativa. De hecho, aunque las competencias en materia educativa dependen del departamento de Vicent Marzà, Montón no deja de ser la titular de Sanidad.

Precisamente en plena polémica sobre si la UA debe tener o no grado de Medicina, Montón visitó ayer el campus de Elche de la Universidad Miguel Hernández. Fue en este marco en el que, acompañada por el rector, Jesús Pastor, la consellera se alineó con la UMH diciendo simple y llanamente que «no es el mejor momento» para poner en marcha ese grado en la Universidad de Alicante.

El temor a la masificación, la pérdida de la calidad, el abaratamiento de la mano de obra y la insuficiencia de plazas MIR para todos los estudiantes son hasta ahora algunos de los principales argumentos que han defendido los opositores de la iniciativa, entre los que se encuentran estudiantes, así como los decanos de Medicina de València y Castellón, junto al de la UMH.

Al respecto, la consellera de Sanidad precisó ayer que ahora mismo «hay un equilibrio», refiriéndose a la oferta formativa actual. En esta línea, apostilló que «el sistema tiene que ser sostenible y de calidad, y se tiene que garantizar también una buena formación, incluyendo el terreno de las prácticas». Al mismo tiempo, Montón consideró prioritario que «se cumplan los ratios suficientes». Algo sobre lo que ya han alertado los decanos de las facultades de Medicina, quienes han advertido que el sistema sanitario está «al límite» y que incluso se estaban superando ya las ratios en ciertos servicios.

La titular de Sanidad también aludió a la actuación del Consell sobre las universidades privadas con relación a fiscalizar las prácticas en hospitales públicos, «no por la saturación, sino porque estaban haciendo algo fuera de la ley de compatibilidades».

No en vano, pese a reconocer en cierta forma que no está a favor de abrir otra facultad de Medicina, sí que es cierto que la consellera admitió que la UA «sufrió un agravio en 1996», fecha en la que se creó la UMH y la carrera se estableció allí, con el consiguiente cisma entre la Universidad de Alicante y el Consell.

Sea como asea, Montón, a raíz de esta controversia, mostró su preocupación «ante la falta de un clima de diálogo de las universidades», después de la brecha abierta con el resto de decanos de Medicina. Y es que la frase de «tantas facultades de Medicina es para tener mano de obra barata», pronunciada por el decano de Medicina de la Universitat de València, Federico Pallardó,y suscrita por sus homólogos en Elche y Castellón, ha hecho saltar chispas.

Estas declaraciones no han servido por el momento para tumbar las pretensiones del rector de la UA, Manuel Palomar, que ultima el plan de estudios para establecer el grado el próximo curso. Su postura es clara en este sentido: la población de la provincia, los clústers de salud implantados y el floreciente turismo de salud son motivos suficientes, según han argumentado desde la UA.

Por su parte, el rector de la Universidad Miguel Hernández, Jesús Pastor, descartó ayer que haya una medida sobre la mesa del Consell en contra de la decisión de la UA. Únicamente precisó que «estamos a la espera de que haya un diálogo». Todo ello pese a que la Facultad de Medicina de la UMH sí que se ha opuesto expresamente y sin esconderse a la pretensión de Palomar.