? «A la gente la están acostumbrando a que vaya a los centros comerciales. Pensamos que hay unos intereses. Ese es el sentir general». Así se manifestaba ayer un comerciante del Carrer Ample, quien señala que aquí lo habitual ha sido que alguien deje en el centro al familiar o al amigo y el conductor se vaya a buscar aparcamiento. «Pero si te cierran la puerta, ya no vienes y se te redirige a los centros comerciales», agrega. «Querer tocar esta calle es de locos. Está muy bien hecha», señalan desde otro establecimiento, al que le preocupa en este caso que días como el del lunes pasado provoquen inundaciones en locales y bajos ya que, según indicaba una comerciante, «quieren poner al mismo nivel de las aceras la calzada, con lo cual el agua nos entrará». Muchos de los comercios consultados también se quejan de que hay poca iluminación. De hecho, en Carrer Ample siguen las bombillas de Carnaval de los vendedores.