Por sorpresa cogió ayer por la tarde a muchos cuando se supo que el alcalde de Elche, Carlos González, había firmado un decreto por el que ha ordenado apuntalar en 24 horas los pilares del Mercado Central y recalzar las cimentaciones para garantizar la estabilidad del edificio.

La reacción se producía tras una inspección del edificio por parte del arquitecto municipal durante la cual certificó la veracidad de un informe de la empresa concesionaria, Aparcisa, en el que refiere que las excavaciones arqueológicas realizadas durante las últimas fechas han afectado a los pilares de la planta baja del Mercado.

El informe de la empresa señala que se han producido desmoronamientos de tierra. El Ayuntamiento asegura por su parte que no van a suponer «ninguna alteración del normal funcionamiento del Mercado» ni de la venta en la planta de arriba.

Por su parte, el grupo municipal del PP arremetió ayer no solo contra el tripartito con relación al Mercado Central de Elche, sino también contra los distintos colectivos que, a su juicio, son movilizados por el propio Ejecutivo, englobados en Salvem el Mercat, y que, según sus palabras, no persiguen defender el patrimonio histórico-artístico o el Misteri d'Elx, sino que lo que buscan es que no se haga el nuevo proyecto de abastos. «Estos colectivos tienen un objetivo común, que comparten con partidos políticos como Compromís o Podemos, y es el de eliminar el proyecto a cualquier precio», señalaba el concejal popular Vicente Granero. Además, los populares niegan que el proyecto del nuevo Mercado vaya a traer consigo un aumento del tráfico: «Esa afirmación también es falsa, ya que el proyecto se caracteriza por una peatonalización del centro, algo que eliminaría el tráfico en torno a este edificio».