Los trabajadores del sector del calzado percibirán este año una subida de sueldo de un 1,20%, tal y como se contempla en el nuevo convenio colectivoconvenio colectivo. Así lo ha hecho efectivo la Dirección General de Empleo, tal y como ayer publicó el Boletín Oficial del Estado.

De acuerdo a ese acuerdo suscrito entre la patronal y los sindicatos, el Ministerio ha hecho oficial las nuevas tablas salariales, a las puertas de que comience la feria de calzado de Madrid, Momad Shoes, que tendrá lugar durante este fin de semana.

Con ello, después de dejar atrás un año en el que la subida de las pagas de los industriales del calzado se quedara en el 1%, para 2017 los salarios subirán ligeramente. Como ejemplo, según recoge el convenio, los ingenieros y licenciados, que se encuentran en la categoría más alta de personal técnico titulado percibirán más de 26.500 euros anuales. Mientras, los que están en escalón más bajo de la tabla, correspondiente al grupo de fabricación, cobrarán entre 15.000 y 10.439 euros añ año.

El acuerdo ha sido apoyado por la Asociación de Empresas de Componentes del Calzado (AEC), la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), en representación de las empresas del sector y, por otra parte, Comisiones Obreras y FITAG-UGT. Ese convenio, fijado hasta 2018, contempla para el año que viene un incremento salarial del 1,5%.

Esta mejora ha sido recibida positivamente entre los empleados de la industria zapatera, sobre todo porque, de cara al próximo año, también tienen asegurado un nuevo incremento. «Estamos satisfechos por esa subida económica que pactamos el pasado año cuando se negoció el convenio, ya que en los últimos ejercicios hemos tenido subidas muy escasas», apuntó Miguel Ángel Cerdá, de Comisiones Obreras.

No obstante, los empleados de este sector todavía ven lejos las mejoras económicas que disfrutaban de manera previa a la crisis, que llegaban al 2% anual y que incluso lo superaban.

Por su parte, desde la Federación de Industrias de Calzado Español, FICE, su presidente, José Monzonís, aplaudió la entrada en vigor de la reivindicación salarial, fruto de la negociación de 2016. «Valoramos muy positivamente el acuerdo alcanzado y la predisposición de los sindicatos para llegar a buen término», apuntó el representante de la Patronal.

Y es que el convenio, además de incluir el lado económico, también recoge, por primera vez, la reducción de la jornada, al pasar de 1.800 horas a 1.796 este ejercicio. En cuanto a los contratos, el nuevo convenio se compromete a promover la transformación temporal de contratos fijos en fijos discontinuos en las empresas que atraviesen por dificultades económicas para evitar la extinción colectiva de empleos.

También contempla que se favorezca una mayor transparencia informativa a los representantes de los trabajadores en supuestos de reestructuración y eventualidad, según el texto aprobado.