El dato es contundente: en tan solo un mes se han puesto más sanciones a los dueños de mascotas por defecaciones y orines en la vía pública que todas las del año pasado juntas. En concreto, en febrero pasado la Policía Local de Elche formuló 102 denuncias frente a las cerca de 70 correspondientes a todo 2016 y unas 60 en el ejercicio 2015. Pero es que se está atendiendo también, además de las defecaciones, a los orines de los perros en cualquier sitio inadecuado con el consentimiento de sus propietarios. De hecho, casi la mitad de esas sanciones impuestas en las últimas cuatro semanas han sido por este motivo.

«Vamos a seguir con las sanciones. No vamos a aflojar lo más mínimo», señalaba ayer el edil de Vía Pública, Héctor Díez, al hacer balance de la campaña denominada «No la cagues. Elche merece estar limpia», que el Ayuntamiento ha puesto en marcha para tratar de contribuir, con la ayuda de los ciudadanos, a que el municipio esté más limpio.

Para el concejal esta campaña está dando un buen resultado, se está consiguiendo, a su juicio, la «reacción por parte de los infractores», al tiempo que insiste en que el objetivo no es la recaudación, sino la concienciación.

«Las conductas incívicas no se pueden normalizar en el día a día y sabemos que el problema no se arregla mañana, pero hay que realizar un trabajo continuado», agrega Héctor Díez.

Por ese motivo, el Ayuntamiento anunció ayer que la mencionada campaña entra ahora en una segunda fase. Se va a continuar con las sanciones, pero también se va a intensificar más la propaganda al respecto en los medios, y sobre todo en las redes sociales, donde se quiere poner de protagonistas a ciudadanos con mascotas que sí cumplen las normas y a los comerciantes para concienciar de que hay que tener limpios de excrementos y orines la vía pública, fomentando así la convivencia y la limpieza de cada barrio o pedanía. En concreto, se crearán microvídeos para generar debate y despertar la conciencia cívica, según indican fuentes municipales.

La campaña incluye también continuar con el reparto en distintos comercios de dispensadores de bolsas para recoger los excrementos de los animales, que comienza a dar sus frutos, según siempre algunos de los minoristas que se han brindado a acoger en sus negocios alguno de estos expendedores.

En la zona de la plaza de Castilla y en la avenida de Novelda reconocen que empieza a haber una cierta respuesta y ha descendido algo el número de excrementos en la calle, según la experiencia en un kiosko, una escuela de idiomas, una empresa de telefonía o una tienda de calzado infantil. Otra cosa es comprobar si esto es algo solo pasajero.

«La aceptación está siendo muy positiva. Los vecinos están colaborando y agradecen tener bolsas a mano. El ambiente es positivo», manifestaba Ester Martínez, presidenta de la Asociación de Comercios Nuevo Altabix (Acuna).

En total, se están repartiendo 25.000 bolsas a través ya de 50 de los 100 dispensadores previstos en total en distintos barrios y partidas como La Marina, Torrellano, Valverde o El Altet.

Sergio Pérez, presidente de la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Elche y Baix Vinalopó, indica que 19 kioskos se han sumado a esta campaña y que se están encontrando de todo: desde gente que aplaude la iniciativa hasta otros que se enfadan por no poder llevarse todo el grueso de bolsas de una tacada.

A juicio del edil Díez, independientemente de las sanciones a los propietarios incívicos de los perros, «está aflorando el hecho que entre la ciudadanía hemos conseguido que se hable de la cuestión». En este sentido, apunta que la campaña busca ejercer un efecto disuasorio y que esto corra de boca en boca.

Sin embargo, junto al debate de los excrementos, también está surgiendo el de los orines de los perros. «El tema de los pipís es muy importante. La gente se está concienciando de los excrementos, pero también hay que limpiar los pipís», apuntan desde Acuna.

En este sentido, el edil de Vía Pública manifiesta que, al menos en su barrio, cada vez se ve a más gente con botellitas de agua contra los orines, lo que al menos no es negativo. De hecho, según indicaba ayer el edil, eso es lo que hay que hacer: echar un poco de agua sobre el pipí, pero sobre todo intentar que el animal miccione en la calzada, no en la acera, y a ser posible en los imbornales.

Para los que no lo sepan, la multa por incumplir la ordenanza de limpieza y/o de tenencia de animales de compañía en caso de defecaciones y orines asciende a 120 euros, que se puede reducir en un 20%· si, por ejemplo, tras la multa se echa agua al pipí, y otro 30% por prontopago. No obstante, también la sanción se puede incrementar en un 20% si se comprueba que el propietario es reincidente.