La puesta en marcha de las cámaras para poder seguir las excavaciones arqueológicas en los bajos del Mercado Central de Elche ha sido polémica desde el principio. Numerosas dudas se han vertido sobre este sistema de videovisión, quejas procedentes de colectivos que, sobre todo, remarcan que no se pueden apreciar detalles importantes de los trabajos que se acometen, así como que no se cubren todos los ángulos del recinto pese a tener en funcionamiento hasta cuatro cámaras.

El caso es que la penúltima polémica relativa a las cámaras y lo que se muestra a través de ellas tuvo lugar ayer aproximadamente a media mañana. Algunas voces advirtieron que no coincidía el código de tiempo con las imágenes que se retransmitían.

De hecho, el día no correspondía al viernes 24 de febrero, sino al del día anterior, jueves 23. Esto generó cierta inquietud entre algunos defensores que exigen que no se derribe el actual Mercado Central y, sobre todo, no se dañen los Baños Árabes.

El concejal de Mercados, Carlos Sánchez, achacaba el problema a una cuestión técnica. De hecho, lo puso en conocimiento de los servicios informáticos del Ayuntamiento, lo que desembocó en que un técnico se desplazara con una tablet a la zona en cuestión y comprobara in situ si se estaba retransmitiendo en directo o se trataba de imágenes de la jornada anterior. En todo momento desde el Ayuntamiento se atribuyó el problema a un cuestión puramente del sistema y que no se trataba de, como se dice coloquialmente, dar «gato por liebre».

Conforme pasaban las horas se llegó incluso asistir a un bucle, con una escena repetida acontecida sobre las 14 horas del jueves, según siempre el código de tiempo que aparecía en la parte superior izquierda de las imágenes suministradas por las cámaras.

Finalmente, y tras mucho escepticismo entre los críticos del nuevo proyecto del Mercado, el problema se pudo subsanar sobre las 17 horas.

Alegaciones

Por otra parte, la junta de gobierno del Ayuntamiento de Elche aprobó ayer desestimar los recursos de reposición, en concreto ocho, por parte de placeros que continúan en el Mercado Central y que se presentaron tras el acuerdo municipal del 29 de julio, cuando se aprobó la declaración de extinción o caducidad de los derechos de los minoristas a continuar en sus puestos con motivo de la concesión administrativa.

Los vendedores presentaron sus alegaciones y el equipo de gobierno ya las ha rechazado, por lo que ahora tienen la posibilidad de acudir al contencioso-administrativo, ya que los afectados consideran que desde los años 60 tienen derecho a permanecer en sus puestos de venta por tiempo superior a 99 años.

La portavoz de la junta de gobierno, Patricia Macià, explicaba que, consultado con los servicios jurídicos, éstos señalan que esos derechos ya no tienen hoy en día validez jurídica, además de asegurar que los placeros «no presentan la documentación que acredita lo que ellos alegan, según nos dicen los servicios jurídicos».

Asimismo, la portavoz de la junta de gobierno anunciaba ayer,, a preguntas de los periodistas, que en breve, aún sin fecha, se convocará la mesa de Patrimonio.

Macià asegura que estaba prevista esta convocatoria incluso antes de que la reclamara días atrás el Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó (IECBV).

«La insistencia es de dos plataformas: Àgora y el IECBV. Entendemos sus inquietudes, están en su derecho de preguntar, al igual que el Patronato del Misteri tendrá que ver si contesta o qué dice», en este caso en referencia a la petición de Àgora para que La Festa muestre su opinión sobre qué le parece el incremento de tráfico que se prevé delante de su sede, en Carrer Major de la Vila, si finalmente se acomete el parking subterráneo del Mercado Central.