Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Carlos Fernández: «Vivimos en un zoo humano, no conocemos al de al lado, y de eso se aprovecha el terrorismo yihadista»

Los desafíos del terrorismo yihadista, las redes de incitación, la captación y la ideología extremista, y todo bajo la mirada de un militar destinado al MOE

El suboficial del Ejército de Tierra, ayer en la Universidad Cardenal Herrera CEU de Elche.

La detención este mismo miércoles de una mujer de 36 años en Alicante que supuestamente colaboraba con el Estado Islámico ha servido para demostrar, una vez más, que la provincia es un lugar estratégico para el radicalismo yihadista. Algo que también pudo constatar ayer el suboficial del Ejército de Tierra Carlos Fernández, durante unas jornadas organizadas por la Policía Local sobre este tipo de terrorismo. Durante su intervención, el analista de Inteligencia incidió en la importancia de crear una cultura de seguridad entre la comunidad educativa con la vista puesta en la prevención. El experto y estudioso de cuestiones como el conflicto de Siria, el terrorista aislado y la captación yihadista considera vital la colaboración ciudadana para luchar contra esta problemática.

¿Cuál es el objetivo de acercar el terrorismo islámico a la comunidad universitaria?

La idea es concienciar sobre lo que está pasando en Siria a la gente que, por alguna razón, no haya podido tener acceso a la información. Son simplemente conferencias informativas para explicar qué pasa en Siria, con mis ojos, a través de una forma amena y visual. El objetivo es que la gente tome conciencia de todo aquello que pase alrededor suyo y que, de alguna manera, puede afectarnos y tocar a nuestras puertas. También es importante dar a conocer el sistema de captación y de financiación que tienen, cuál es su pensamiento y sus tendencias. Y, sobre todo, esa corriente que está llegando a Europa de los «Foreing Faithers», ese mito del lobo solitario y de los luchadores, etcétera. La intención es destapar y desmitificar a esa gente y llevarles a la realidad. Son terroristas.

¿Hasta qué punto es necesario concienciar sobre algo que a priori puede resultar tan lejano?

Yo pretendo concienciar a la gente de que alrededor nuestro están sucediendo una serie de acontecimientos y que, aunque escuchemos la palabra Oriente Medio u Oriente Próximo, algún día pueden llegar a la puerta de nuestra casa. Ya han llegado y nos costó muy caro. Pero, aunque seamos el país europeo que menos peligro tiene ahora o que esté menos en los ojos del terrorista, no tenemos que bajar la guardia. Todo esto se resume en una frase: cultura de seguridad. La gente tiene que concienciarse de que a su alrededor están sucediendo cosas terribles.

¿En qué consiste esa cultura de seguridad que menciona?

Los pilares de nuestra sociedad que van a salir de las universidades deben tener claro que tienen que abrir los ojos. Por ejemplo, si en la clase han visto a alguien que viste todo de negro. En casos así, que hagan una llamada o den un aviso. Eso es cultura de seguridad. O si el vecino que está en su casa ve que en su piso de arriba sube gente extraña y que no es habitual... Estamos empezando a deshumanizarnos. Es habitual vivir en un edificio con 50 vecinos y solo conocer a tres. Eso no puede ocurrir. La sociedad jamás ha vivido así. Estamos en un zoo humano donde es imposible conocer a la persona que tenemos al lado. Y eso aísla. De eso se aprovecha el terrorista para poder atentar contra nosotros. En un pueblo en el que todo el mundo se conoce es muy difícil que haya un terrorista. En una ciudad o en un edificio que nadie se conoce es muy fácil. El anonimato es su ventaja.

¿Qué tiene que decir de Alicante, donde esta semana mismo se ha producido la detención de una mujer supuestamente yihadista?

En Alicante no estamos exentos. En la provincia se pilló a la primera célula de las maras salvadoreñas. El Daesh es peligroso y las maras salvadoreñas está considerado como el grupo criminal más peligroso del mundo. En Alicante se han pillado células que estaban financiando, y que estaban exportando personas. No seamos ilusos. El corredor del Mediterráneo tiene mucho que ver.

¿Cuál es el desafío de las redes de Inteligencia ante la gran expansión que tienen hoy en día las redes de captación?

La obtención de información es nuestro pilar fundamental. Inteligencia es el análisis y el proceso de la filtración de la información. Tenemos que disponer de caudales de información y lo mejor que podemos tener es la cultura de seguridad. Se tiene que implicar el pueblo para tener una buena Inteligencia. Y tenemos que focalizarla, sobre todo nosotros, la provincia de Alicante, en el Mediterráneo. No nos queda lejos Oriente Medio, ni mucho menos, pero nos queda más cerca el norte de África. Ahora mismo yo, si tuviera que centrar los ojos en algún sitio, me centraría en la franja del Magreb. Con la presión que han hecho los actores en Oriente Medio han visto que ya no es rentable y empiezan a pasar a los terroristas por el norte de África.

¿A qué nivel se encuentra España en materia de seguridad antiterrorista?

En España vivimos de una renta muy grande, que tenemos leyes antiterroristas muy bien consensuadas porque tuvimos muchos años a ETA en España, y eso nos hizo que el país desarrollara una ley antiterrorista muy buena. Por eso, estamos viendo que en otros países no tienen leyes desarrolladas y hay una carencia ahora mismo de legislar rápidamente ante ese grupo terrorista. A partir de ahí, nos falta el siguiente paso: la cultura de seguridad.

¿Está el país suficientemente seguro o preparado para evitar un atentado como los que en los últimos meses han azotado a algunos países de Europa?

Sí, porque tenemos unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que están haciendo un trabajo excelente. Hemos tenido 800 años la cultura musulmana dentro de nuestras fronteras. Sin embargo, no somos un objetivo para ellos. Un tratado entre Inglaterra y Francia dividió Oriente Medio en dos facciones: de influencia y de control. Ahora mismo, los países que están recibiendo más atentados son esos. Nosotros hemos pagado con sangre, pero el precio, aunque es altísimo, referencialmente con otras culturas es bajo. No se puede hablar de seguridad absoluta nunca.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats