La ilicitana María Belmonte asistía, desde bien pequeña, a las reuniones clandestinas del Partido Comunista que sus padres organizaban en casa y tuvo que disfrazarse de sirvienta para cruzar la frontera entre Francia y España con documentos del PCE cuando fue a visitar a su padre que se encontraba allí exiliado. Destacable el nombre de Antonia Mecha, una maestra ilicitana hija de un padre aguador y de una madre alpargatera que ayudó en el frente republicano y que, cuando acabó la guerra, ingresó en prisión, fue purgada con aceite de ricino y paseada con la cabeza rapada. Pasó más de 50 años en un psiquiátrico. Historia tan dramática como la de Isabel Cremades, colaboradora del semanario Elche Rojo, que fue apresada justo después de que su marido se hubiera exiliado a París, y en la cárcel la dejaron embarazada al violarla.

Relatos olvidados padecidos por mujeres, pero que marcaron a fuego varias calles del municipio ilicitano no hace más de un siglo. A ellos se ha acercado la compañía Gent que Crida para configurar el espectáculo que presenta dentro de una semana (23 de febrero) en el Gran Teatro de Elche. Un viaje en el tiempo que han hecho gracias al acopio documental llevado a cabo por el director de la Cátedra Pedro Ibarra de la Universidad Miguel Hernández (UMH), Miguel Ors, que tiene recopiladas más de 70 historias de represión que recogen violaciones, vejaciones y un activismo político valiente protagonizado por féminas que nacieron en un Elche mucho más rural que el que se conoce actualmente.

El ilicitano de adopción Òscar Cerdeiriña, que es de alguna manera del que parte la idea del montaje titulado «Amb les mans plenes de crits», cuenta como hace año y medio comenzaron a trabajar en la idea de desarrollar un concierto con todas esas canciones de trinchera que se escuchaban durante la guerra civil como «Bella Ciao», «Canción de los soldados» o «Coplas de la defensa de Madrid». Quisieron modernizar un poco el repertorio y, en el camino, se encontraron con un montón de relatos sobre los años previos al golpe de estado, la propia contienda y los años posteriores en Elche. «Solo en mi barrio de Carrús hay suficiente material como para llenar un libro», apunta Òscar Cerdeiriña.

«Miguel Ors nos invitó a centrar toda esta investigación en las mujeres, de las que se ha divulgado muy poco y que sufrieron especialmente las consecuencias del régimen de Franco, por sus ideas y por su condición femenina. Decidimos darle una visión más dramatizada a nuestra propuesta. Ficcionar la vida de una familia, a través de tres generaciones de mujeres, que fueran relatando anécdotas, el día a día e injusticias que les ocurrieron a las protagonistas reales», precisa este músico y técnico de teatro, además de subrayar que incluyeron en esta aventura al dramaturgo Joan Nave, de la compañía Esclafit Teatro, para escribir los textos y para que, de alguna manera, los interprete.

Una narración que convivirá con la música de siete músicos, aunque Òscar Cerdeiriña no da más pistas sobre el formato con el que tratarán de sorprender al respetable. Lo que está claro es que esa música se elevará como la voz de todas estas revolucionarias, que sacrificaron su vida y su dignidad por un Elche mucho más democrático.