Las sonrojantes cifras que maneja Urbaser y las denuncias sistemáticas de los vecinos del Camp d'Elx han llevado al Ayuntamiento a declararle definitivamente la guerra a los vertederos ilegales que se asientan en hasta un centenar de puntos de las distintas pedanías de la ciudad. La empresa concesionaria del servicio municipal de limpieza recoge una media de 62 toneladas a la semana de escombros, podas y enseres domésticos, circunstancia que ha obligado al área de Limpieza a poner en marcha una campaña para acabar con esta práctica ilegal y que, según admiten desde el Consistorio, se ha normalizado durante la última década.

El concejal de Limpieza, Héctor Díez, anunció ayer que «la Policía Local va a intensificar la vigilancia en los principales puntos negros de vertidos» para disuadir a los infractores que, sistemáticamente, arrojan podas y escombros en unos vertederos ilegales que mayoritariamente se sitúan en los márgenes de los caminos y carreteras de las distintas pedanías ilicitanas. Entre el centenar de focos localizados, el Ayuntamiento tiene identificados 26 zonas en las que los depósitos ilegales de residuos no domésticos son especialmente sangrantes.

Será en estos focos más conflictivos donde el área de Limpieza instalará durante el primer semestre del año unos carteles informando de la prohibición de esta práctica y de las distintas alternativas que existen para depositar estos restos. Dada la cantidad de escombros y podas que se depositan en estos vertederos ilegales y que, tras una primera batida matinal de los servicios de limpieza por la tarde vuelve a haber residuos en las mismas zonas, el Ayuntamiento sospecha que el grueso de estos depósitos los efectúan albañiles y jardineros profesionales.

Urbaser dedica cada semana un total de cinco operarios y cuatro vehículos a recoger la cantidad ingente de residuos depositados en el área del Camp d'Elx, fundamentalmente en diferentes puntos de pedanías como Perleta, Las Bayas, Valverde o Torrellano. El dispositivo que emplea la concesionaria de limpieza a tal efecto se divide en dos brigadas, una en caso de la poda compuesta por un camión con grúa y dos operarios, y una segunda en el caso de los escombros compuesta por una pala excavadora, dos camiones volquetes y tres trabajadores.

Para Héctor Díez, «no es normal que todas las semanas tengamos que dedicar estos recursos a atender estas actuaciones ilegales e irresponsables». Además de los problemas que generan estos vertidos a los vecinos del Camp d'Elx y el elevado coste que supone su retirada al Ayuntamiento, el servicio ordinario de limpieza se ve perjudicado al privarle de los cinco operarios que se dedican semanalmente a recoger los escombros, podas y enseres que se acumulan en numerosos caminos y cunetas de las carreteras del término municipal.

La hoja de ruta del área de Limpieza pasa por actuar inicialmente en los 26 puntos más afectados por estos vertidos ilegales con la colocación de carteles informativos, por un lado, y el aumento de la vigilancia policial por otro. La apuesta es ampliar las señalizaciones y los controles al centenar de puntos en los que se han detectado depósitos de residuos no domésticos y, para ello, en el segundo semestre del 2017 actuará directamente en otros de los 25 vertederos ilegales localizados en el Camp d'Elx.

Multas a partir de 500 euros

El importe mínimo de las sanciones a las que se exponen los ciudadanos que arrojan estos residuos fuera de los puntos legalmente establecidos es de 500 euros. El Ayuntamiento espera que la elevada cuantía de las sanciones y el refuerzo del control policial, generen un efecto disuasorio en los infractores, más aún cuando depositar hasta 600 kilos de escombros en el vertedero cuesta sólo 50 céntimos. Otra cosa son los depósitos de podas, ya que no son admitidos en el vertedero municipal y los gestores autorizados cobran 50 euros por cada tonelada.