Princesol, que proyectaba devolver a la vida en verano de este año 2017 el mítico hotel de Arenales del Sol, tras tener previsto invertir entre 8 y 11 millones de euros, ve cada vez más imposible su recuperación. En este sentido, pese a que se ha retirado el material de obra, la firma está dispuesta a costear el derribo parcial o total de la estructura que aún queda en pie para garantizar la seguridad de los vecinos.

No obstante, cabe recordar que en primer línea de playa la legislación impide construir obra nueva, es decir, solo se permite rehabilitar, por lo que en caso de demolición en principio no se podría levantar ni un muro nuevo.

Ahora, el esqueleto del hotel -el sueño de Tomás Durá Bañuls, que lo inauguró en 1963 y tuvo que cerrarlo en 1979- y las numerosas vallas en las fachadas y laterales se han quedado más solitarios todavía, por lo que la zona ofrece un aspecto más fantasmal si cabe, una escena precisamente que se da en uno de los puntos turísticos más importantes del municipio.