Investigadores del Instituto de Neurociencias, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández, han descubierto un nuevo mecanismo por el que los sistemas sensoriales se comunican entre sí en etapas tempranas del desarrollo. Este mecanismo controla la plasticidad de las cortezas cerebrales que procesan la información sensorial tras la pérdida de un sentido.

El trabajo, que supone un avance significativo para comprender los mecanismos implicados en la plasticidad de la corteza cerebral ante la pérdida de una modalidad sensorial, aparece publicado en la revista Nature Communications.