El Grupo Municipal de Ilicitanos por Elche ha denunciado que la concejala de Relaciones Institucionales y Turismo, Mireia Mollà, trató la pasada Nochevieja que la Policía Local "pasara por alto las presuntas irregularidades detectadas por los agentes del cuerpo policial en un establecimiento en el que se celebrar una fiesta de despedida del año". Los concejales de Ilicitanos por Elche, Cristina Martínez y Fernando Durá, han explicado que el informe policial al que han tenido acceso señala que cuando los agentes de la Policía Local se encontraban inspeccionando el local se les acercó Mireia Mollà con la intención de mediar con los actuantes para que se obviara la actuación.

Según el parte policial referido por los ediles de Ilicitanos por Elche, los hechos se produjeron a las 01.04 horas del pasado día 1 de enero en un establecimiento ubicado en la pedanía de Torrellano. El informe recoge que a la llegada de los agentes al local, comprobaron que el mismo tenía licencia de cafetería sin música y un aforo para 73 personas, pese a lo que en su interior había alrededor de 150 personas, música a un volumen considerablemente elevado e incluso una zona con disc-jockey.

"Lógicamente los agentes, cumpliendo con su trabajo y deber, instaron al propietario del establecimiento a retirar la música, momento en el que, según señala el parte policial, apareció la concejala Mireia Mollà y medió con los agentes para ver si se podía obviar la situación", ha explicado Fernando Durá.

En ese punto, según Ilicitanos Por Elche, el informe policial explica que la edil de Compromís "optó por telefonear" al jefe de la Policía Local solicitando al mismo si era posible "revocar" la orden que los agentes decían que iban a llevar a la práctica: "el jefe de la Policía Local envió al lugar al Oficial de Servicio, que valoró que dadas las fechas especiales y la concurrencia de personas en el local, continuase la música hasta el cierre del mismo a las 03.30 horas".

Fernando Durá ha explicado que ese relato de hecho está recogido en el informe de la Policía Local y ha considerado "lamentable" la actuación de la concejala del equipo de gobierno, "que intentó interferir directa y claramente en el trabajo de los agentes de la Policía Local, sin tener ningún reparo incluso en plantear la posibilidad de que se obviara la situación".

Por su parte, la edil de Compromís, Mireia Mollà, aseguró "no haber tomado ninguna decisión respecto a la hora de cierre del local" y defendió que ella "solo trasladó a la Policía Local las preocupaciones de unos vecinos para evitar altercados". En esta línea, la concejal admitió que "expuso el caso al jefe de la Policía Local par ver si podría ser menos drástica la operación" y que finalmente se dio un margen de una hora para cerrar el local.