Las lluvias y las bajas temperaturas que llegaron con la gota fría del pasado mes de diciembre apenas servirán para minimizar una pérdida en la producción de aceite que, en el cómputo general de las tres almazaras del Camp d'Elx, llega a superar el 50% respecto a la del año pasado. Una cosecha especialmente mala debido a unas adversas condiciones climatológicas y el hecho de que el olivo sea un árbol vecero, lo que hace que un año haga mucha aceituna y al otro poca, asoman como las principales causas de una campaña para olvidar en líneas generales.

Tanto las almazaras Candela como El Tendre han registrado un descenso en su producción de aceite superior al 50%; en el caso de la primera de un 55%, y de hasta un 60 y 70% en el de la segunda. Por contra, la almazara Maitino sí que ha aumentado sensiblemente su volumen de negocio respecto al año pasado, produciendo hasta un 12% más de litros de «oro líquido» esta campaña que en la última de 2015.

El notable descenso en la obtención de aceite entre las almazaras del Camp d'Elx se ha cebado especialmente con El Tendre, la más importante de las tres por volumen de trabajo y ventas. «La cosecha a nivel general ha sido muy mala en toda la provincia», lamenta Joaquín José Sempere Vicente, gerente y propietario de esta almazara casi bicenteneria. Fundada en 1839, su propiedad siempre ha pertenecido a la familia Sempere. «Hemos sufrido una merma de entre un 60 y un 70%. El año pasado tuvimos una producción de cinco millones de kilos, mientras que en esta campaña está próxima a los dos», señala su propietario. Aceituna propia como la callosina y la blanqueta, además de la picual (Jaén) y hojiblanca (Córdoba), son la base de sus reconocidos aceites.

Los datos negativos que arroja la almazara El Tendre se reproducen en su vecina Candela. Pese a que la campaña no ha terminado y espera que el descenso final en su producción ronde el 40%, a día de hoy ésta alcanza el 55%. «Este año tocaba flojo, pero la sequía y la ausencia de frío ha perjudicado la cosecha y lo ha hecho especialmente malo», apunta su gerente, Manuel Candela. Esta almazara, también de marcado carácter familiar, ha producido 100.000 litros de aceite durante la campaña para la venta a particulares.

Sistema de extracción tradicional

«Lo tradicional en el Camp d'Elx es que todas las casas tengan algún olivero. La gente coge sus olivas, las trae a la almazara y se lleva el aceite. Nosotros trabajamos como molino», resume Candela. Además de moler las aceitunas de los vecinos de la zona, también compra fuera para fabricar su propio aceite y venderlo en sus instalaciones. Candela es la única almazara de la zona que aún trabaja con un sistema de extracción tradicional por medio de prensas hidráulicas con capachos.

Los datos de la almazara Maitino viajan en dirección contraria a las de sus vecinas y competidoras. «Aunque al principio pensábamos que iba a ser peor, estamos un 12% por encima de producción y ventas respecto a la campaña anterior», aseguran responsables de la almazara. A estos datos positivos se suma una mejor calidad de sus aceites gracias a un proceso más concienzudo en la selección de las aceitunas. La almazara Maitino también muele las aceitunas de particulares, además de vender su producción propia en tiendas, hostelería y supermercados, donde comercializa aceites premium.