El incipiente «boom» de todo lo relativo a la producción y comercialización de productos ecológicos ha convertido un sector minoritario hasta hace apenas cinco años en uno de los motores que impulsan la economía local de la ciudad. Hasta 41 comercios «verdes» han abierto sus puertas en Elche entre 2012 y 2016 a hombros de una moda que, lejos de ser pasajera, amenaza con perpetuarse entre los hábitos de consumo de miles de ilicitanos.

Comercios de alimentación de productos exclusivamente ecológicos, herboristerías y tiendas de cosmética natural aglutinan el mayor número de aperturas en un último lustro que, en Elche, se ha convertido en el del despegue definitivo de este tipo de negocios.

Los establecimientos ecológicos van ganando terreno poco a poco a los tradicionales al rebufo de una clientela al alza que ya no sólo demanda frutas, verduras o carnes obtenidas sin la utilización de pesticidas. Productos orgánicos, ya sean procesados o no, que no presentan ningún tipo de residuo químico y que en muchos casos son catalogados como «gourmet».

El alto precio que en ocasiones hay que pagar por muchos de estos artículos naturales no frena el crecimiento constante de su consumo, cada vez más habitual en numerosas familias ilicitanas.

Las cifras de aperturas de establecimientos ecológicos ha crecido de forma exponencial entre el 2012 y el 2015, año en el que se alcanzó el tope de inauguraciones al elevar sus persianas un total de 13 establecimientos, más de uno al mes de media. Así, mientras que en el 2012 vieron la luz cinco nuevos comercios de este tipo, en 2013 la cifra se elevó hasta ocho tiendas y en 2014 a nueve. De ellos, un total de 22, el 67% fueron tiendas de alimentación y un 13% de cosmética. El resto, fundamentalmente, fueron herboristerías y locales de nutrición.

Tras la explosión definitiva de este «boom» en 2015, año en el que se abrieron cuatro tiendas de alimentación, cinco herboristerías y cuatro centros de cosmética ecológica, el pasado 2016 dejó un descenso en el número de aperturas al establecerse únicamente seis nuevas tiendas «verdes», cuatro de cosmética y dos herboristerías. Sorprende que en el pasado año no levantara sus persianas ninguna nueva tienda de alimentación, una circunstancia que desde el área de Aperturas del Ayuntamiento se achaca a que las grandes cadenas de supermercados instaladas en la ciudad ya han hecho hueco a la comida orgánica entre la oferta convencional que llena sus estanterías.

Franquicias y comercios propios

Los comercios ecológicos no escapan a la realidad de los negocios franquiciados, presentes también en la ciudad en versión «bio», sobre todo bajo el modelo de tiendas alimenticias. Pese a todo, los pequeños comerciantes también se han lanzado a la conquista de este mercado con una oferta más cercana y humana.