Emma y una amiga elaboraron ayer unas «atxes» que doblaban su tamaño con el fin de que los Reyes Magos de Oriente avisten mañana rápidamente su barrio y no se les pase dejarles los regalos que les han pedido en sus cartas. Estas dos niñas formaron parte de un grupo de 25 que ayer, en el interior del Palacio de Altamira, aprendieron a realizar estas antorchas con restos de seaso, palma seca e hilos de cáñamo, pita u otros vegetales. Unos talleres que el Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE) comenzó a impartir el pasado lunes y que continúa ofreciendo hoy (en este caso con la participación también de los padres).

Este curso coincidía ayer con el que impartió también la Asociación de Palmereros (Apelx), que lleva promoviendo esta actividad desde hace siete años y que ayer la disfrutaron más de un centenar de pequeños. «Nosotros les proponemos una experiencia inolvidable en un entorno natural como es el Hort del Sol. Lo hacemos, además, alejados del centro para evitar que venga más gente y se molesten los artesanos que estos días tratan de sacarse algo con estas antorchas ligadas a nuestra cultura popular», explicó el presidente de Apelx, Miguel Ángel Sánchez, que se alegra de que cada vez haya más asociaciones que, como ellos, tratan de mantener viva esta tradición de más de 300 años en Elche, recalcó el palmerero.

El coordinador de actividades educativas en el MAHE, Rafael Martínez, explicó que «a los monitores del museo vino a enseñarnos este año un palmerero y ahora nosotros les transmitimos el conocimiento a los más pequeños. Ha sido enriquecedor para todos».

Miguel Ángel Sánchez, de Apelx, manifestó también que en su curso dan recomendaciones, a niños y a padres, de cómo quemar «les atxes» sin ningún tipo de peligro. «Les explicamos cómo poner los brazos, a agarrarlas mientras prende... Hay consejos importantes para evitar incidentes», dijo.