Jose María García ya se acogió al permiso de paternidad hace tres años, cuando nació Carla. Entonces fueron dos semanas, así que está dispuesto a coger las cuatro semanas que ahora le corresponden en cuanto nazca su segunda hija, Alejandra, algo previsto para el 25 de enero, en apenas unos días. «Será mejor que estemos los dos. Podré llevar a Carla al colegio y que mi mujer descanse, porque hay que ser realistas y quien se despierta por las noches y tendrá que dar el pecho cada tres horas a Alejandra es ella».

A Jose le parece estupendo que se amplíe el permiso de paternidad, porque también quiere disfrutar del bebé en lo emocional, «que el tiempo se pasa enseguida», aunque subraya que, sin ser excluyente lo uno de lo otro, opina que «se deberían haber centrado en ampliar también el permiso de maternidad como mínimo hasta lo que contempla la OMS, que recomienda seis meses de lactancia y ahora tienen cuatro meses. Se tienen que incorporar al trabajo y andar sacándose la leche».

Y, puestos a reivindicar, a Jose lo que le parece adecuado es que estemos como otros países a los que miramos y que tienen casi un año de permiso de maternidad «sin dejar de lado al padre, por supuesto, una cosa no quita la otra, pero la baja maternal es prioritaria».