Correr por una buena causa entre un marcado ambiente festivo.

La cada vez más popular y concurrida San Silvestre ilicitana reunió la última tarde del 2016 a cerca de 4.500 corredores, decididos a despedir el año sudando los excesos navideños por una buena causa.

La prueba, que cumplía su novena edición, estuvo marcada por el carácter lúdico que impregnó el trayecto de los participantes. La salida de la prueba, ubicada entre la Plaça de Baix y la calle Corredera, dibujó una serpiente multicolor de corredores de todas las edades que, disfrazados en su mayoría, impregnaron de solidaridad y fiesta las calles del centro por las que transcurrió la carrera. Un viaje de ida y vuelta a la Plaça de Baix de 5 kilómetros en los que Álvaro Olmos y Alejandro Juan fueron los más rápidos en la categoría masculina, al entrar abrazados en la meta, y Laura Sola en la femenina. Rafael Gonzálvez, Ángela Martínez y Cristina Maciá completaron el podio de la San Silvestre ilicitana.

De los cerca de 4.500 participantes, según estimaron los organizadores a la conclusión de la carrera, aproximadamente 3.000 lo hicieron con dorsal, contribuyendo así a las dos causas solidarias proyectadas por la prueba: la compra de alimentos para comedores sociales y a apoyar a la Asociación Ilicitana de Trastorno del Espectro Autista y del Lenguaje (AITEAL). Al dinero obtenido por la venta de dorsales, a dos euros, y de una camiseta conmemorativa del evento, a ocho, los organizadores sumarán un tercio más de la recaudación gracias a la donación de El Corte Ingles, patrocinador de la carrera.

La prueba contó con la participación del alcalde de la ciudad, Carlos González, del concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, así como de los ediles de Ciudadanos David Caballero y Juan Antonio Sempere.

Homenaje a Jesús Segovia

Al finalizar la prueba, los participantes recordaron y tributaron una cerrada ovación a Jesús Segovia, atleta y montañero ilicitano fallecido recientemente en Málaga mientras escalaba.