L a sección VII de la Audiencia juzga desde ayer, ante un tribunal popular, a Sten Henriksen, de 23 años de edad, quien se enfrenta a 18 años de prisión por la muerte de su compatriota Knut Krogh, de 58 años. Los hechos ocurrieron en Arenales del Sol, la noche del 16 al 17 de diciembre de 2004. El acusado y la víctima vivían en un bungalow de la urbanización Mirador del Mar, propiedad del segundo de ellos, donde ocurrió el asesinato.

El juicio está previsto que se prolongue hasta mañana jueves, aunque algunas fuentes planteaban ayer la posibilidad de que concluya el viernes por su complejidad. El procesado está siendo asistido por dos intérpretes de noruego, uno de ellos contratado por su familia que, al parecer, desconfía del funcionamiento de la Justicia española; de hecho, durante el interrogatorio de ayer por la tarde el acusado se desdijo de parte de la declaración que había prestado tres días después del crimen ante el juzgado de Instrucción 3 y, a preguntas del fiscal, argumentó que se le «había interpretado mal» pues el traductor que lo asistió era de inglés, lengua que también domina. El equipo de filmación de una televisión noruega cubrió ayer el inicio del juicio.

En la primera sesión el procesado negó ser el autor del crimen y aseguró que la víctima era «un padre para él». A preguntas del fiscal, Sten Henriksen aseguró que conoció a Knut Krogh en Noruega pues éste se prostituía y mantuvieron relaciones sexuales ya que él es bisexual.

Heroína Un mes antes de ocurrir los hechos Sten Heriksen vino a España para intentar desintoxicarse de su adicción a la heroína y se alojó, sin contraprestación alguna, en la vivienda de Knut Krogh en Arenales del Sol, aunque negó que ambos mantuvieran relaciones sexuales en España

El fiscal mantiene dos tesis para explicar el desencadenante del crimen. Una de ellas es una agresión sexual dentro de la pareja y, la segunda, una pelea porque Sten quería llevarse esa noche el vehículo de Krogh pese a que no tenía carné de conducir. El procesado negó ambos extremos.

La defensa basa toda su argumentación en que no existen pruebas directas de la autoría del crimen y, consecuentemente, solicita la libre absolución. Aún y así, el letrado, subsidiariamente, en el caso de que fuese condenado su cliente, solicita que se tenga en cuenta que es un enfermo psíquico, diagnosticado en No-ruega como esquizofrénico paranoide, y que aquella noche mezcló gran cantidad de alcohol con su medicación. El letrado espera que, como mal menor, el tribunal admita una eximente o atenuante muy cualificada que permita, igualmente, la absolución o, de forma subsidiaria rebajar de forma importante la pena a aplicar.

Hoy está previsto que presten declaración los testigos, policías, forenses y peritos, uno de ellos lo hará por videoconferencia.