Colocó cámaras en el cuarto de baño de dos habitaciones que compartían alumnos suyos de entre 16 y 19 años durante una competición de vela y obtuvo imágenes de los chavales completamente desnudos en días y ocasiones diferentes. Por estos hechos, que ocurrieron en 2011 en las Palmas de Gran Canaria, un policía local de Santa Pola no podrá ejercer ninguna actividad que implique tener bajo su cuidado y custodia menores de edad durante cinco años. Asimismo, el agente ha sido obligado a participar en programas de educación sexual durante dos años.
Un juzgado de lo Penal de las Palmas ha condenado al efectivo policial, según una sentencia que se ha dado a conocer ahora y que fue dictada hace ya varios meses. Paralelamente, según fuentes municipales, la Policía Local de Santa Pola instruye un expediente contra el agente, que se encuentra de baja y que tras los hechos tiene antecedentes penales, por lo que es contrario al cargo.
El fallo recogido por el juez recoge que el acusado «actuó por atracción libinidosa hacia jóvenes y menores de edad» y además incide en que los hechos que se cometieron son costitutivos de un delito contra la intimidad con el agravante de abuso de confianza.
Según esta misma sentencia, el acusado y su defensa manifestaron conformidad con las pretensiones penales del Ministerio Fiscal y con el relato de los hechos. Concretamente, la Fiscalía destacó en su escrito de calificación que el acusado, sin antecedentes penales, accedió al cuarto de baño de una habitación que compartían tres jóvenes que iban a participar en una competición de vela en las Palmas. Allí, con la excusa de ducharse colocó una cámara, que escondió en el bolsillo de una toalla, para grabarlos desnudos. En esta línea, según el mismo escrito, el agente colocó una cámara en el cuarto de baño de su habitación que compartía con otros dos jóvenes con los que compartía estancia, con lo que consiguió grabarlos también a ellos.
Fueron los propios alumnos los que denunciaron los hechos ante la Policía Nacional, una vez que se localizó la cámara.
Tras ser detenido, el monitor de vela tuvo que pagar una indemnización de 18.000 euros para hacer frente a las responsabilidades civiles, según recoge la sentencia. Además de las medidas de libertad vigilada que implica la prohibición de toda actividad que suponga tener bajo su cuidado y custodia a menores, el juez ordena indemnizar a seis jóvenes con 3.000 euros en concepto de daños morales.
Paralelamente, el fallo recoge la suspensión de una pena de dos años de cárcel, condicionada a que el acusado no vuelva a delinquir y a que cumpla con las medidas impuestas por el juez.
