Los nueve primeros meses de este año han arrojado en la comarca más de un millar de denuncias por violencia de género, según la estadística del Consejo General del Poder Judicial. Del total de demandas, más del 80% tienen detrás un atestado policial y se han producido o bien por denuncia de la víctima ante las dependencias policiales o por la intervención directa de la Policía. En concreto, alrededor de 400 denuncias fueron por voluntad de la afectada.

En el ejercicio pasado, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer registró en todo el año 997 denuncias por malos tratos, de las que casi 500 fueron por decisión de la víctima y cerca de 400 por iniciativa de la Policía o por testigos que presenciaron la agresión. Este órgano judicial ha detectado una mayor sensibilización de la sociedad en los últimos años a la hora de denunciar la violencia de género y de facilitar sus datos personales.

Sin embargo, en ocasiones no ocurre lo mismo con la víctima, ya que a veces el juzgado se tropieza con el obstáculo de que la mujer se echa para atrás a la hora de poner la denuncia, por razones económicas o familiares.

El trabajo en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer se ha visto incrementado desde que en octubre de 2015 tiene que asumir las competencias de los quebrantamientos de condena, tras la reforma de la ley orgánica del poder judicial.