Que Elche sea el referente en cuanto a la palmera datilera en Europa será uno de los fines a los que se aspira con la posible apertura del Instituto Tecnológico de la Palmera, un complejo investigador para la innovación y la producción in vitro de estos ejemplares en el municipio y que nunca se pudo poner en marcha.
De hecho, contaba incluso con un imponente edificio levantado con fondos del Plan Confianza de la Generalitat, concluido en 2011 y al que nunca se le pudo dar uso en el campo de la I+D+i. Para lo único que ha servido de momento, al menos uno de sus módulos, es para ser sede de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Elche.
Para remediar en parte esto, el tripartito acaba de aprobar el pliego de condiciones para otorgar, en un procedimiento abierto, una concesión administrativa a una empresa que esté dispuesta a asumir el reto de volver a recuperar parte o todo el trabajo que hasta 2011 se hizo en la Estación Phoenix, dirigida por Michel Ferry y que ocupaba unas instalaciones en el Hort del Gat.
En ese año, el PP de Mercedes Alonso decidía desmantelar la instalación científica por considerar que era inasumible ante la gran carga deudora que arrastraba el Ayuntamiento. Michel Ferry tuvo así que recoger sus enseres y ahora trabaja en otra Estación Phoenix asentada en Aspe.
«Cuando en 2011 se cerró la Estación Phoenix fue un gran paso atrás», considera el edil de Medio Ambiente (Compromís), Antonio García, mientras que la portavoz de la junta de gobierno, Patricia Macià (PSOE), indica que, «después de cuatro años perdidos con el Gobierno local del PP, damos el impulso que merece a este proyecto para dar continuidad al trabajo que venía desarrollando hasta su cierre la Estación Phoenix».
El caso es que el Ayuntamiento quiere que una empresa ocupe el módulo 3 del Instituto Tecnológico de la Palmera (ubicado cerca de L'Escorxador) y pase a utilizar el denominado Vivero Municipal Fitosanitario Seguro (localizado en el Camino de los Magros) con el fin de recuperar para Elche la tecnología de las palmeras in vitro.
En concreto, el Ayuntamiento pondrá a disposición de la futura empresa adjudicataria el edificio (más de 1.100 metros cuadrados), así como el antiguo material rescatado de la Estación Phoenix. Eso sí, a cambio de abonar un canon anual de 56.638 euros, unos 4.700 euros mensuales. La concesión será por 12 años, prorrogables por otros dos.
Además, las palmeras in vitro producidas de cualquier variedad por la empresa serán ofrecidas a los cultivadores de palmeras que deseen establecer explotaciones agrarias en el término de Elche, con un descuento del 50% sobre el precio de mercado.
El adjudicatario debe realizar un trabajo de identificación y estudio de las variedades locales de palmeras de interés agronómico que deberá poner en producción en cantidad de una variedad por cada ciclo de tres años de concesión. De cada una de las variedades deberá entregar al Ayuntamiento 2.000 ejemplares listos para su puesta en cultivo.
La concesionaria también tendrá la obligación de ofertar visitas guiadas gratuitas, deberá realizar cursos de formación teórico-práctica de técnicas de cultivo de palmera y postcosecha del dátil, y asesorará de forma gratuita a agricultores.
Recuperar la tecnología de las palmeras in vitro con el fin de encontrar variedades que puedan ser rentables para el agricultor es otra de las metas de esta iniciativa del equipo de gobierno que espera hacer realidad en 2017. Falta por ver ahora si alguna empresa está dispuesta a aventurarse, aunque el tripartito no lo ve imposible.
