El sector del calzado y del cuero, tan arraigado en la provincia, ocupa el último puesto en remuneración por asalariado y el penúltimo en productividad por ocupado. Así se refleja en un reciente documento del Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el que se recoge también la necesidad de depender de los mercados exteriores para poder mejorar notablemente sus cifras de negocio.

En concreto, se calcula que los empleados en la industria zapatera y del cuero cobran de media unos 22.200 euros brutos, lo que supone estar a la cola de los asalariados de los empleados ocupados en 22 sectores industriales de nuestro país. A la cabeza de todos ellos se encuentran los empleados del sector del refino de petróleo, seguidos por los dedicados al suministro de energía eléctrica y la construcción aeronáutica y espacial.

Por encima de los del cuero y el calzado, asimismo, se encuentran los trabajadores del sector textil y confección, otra industria muy vinculada a la provincia, donde aquí la remuneración media es de 26.000 euros anuales brutos, mientras que por encima de este sector se encuentra el del mueble, con unos salarios en torno a los 27.100 euros, según siempre datos que emanan del Ministerio de Industria. La remuneración por asalariado comprende los sueldos y salarios brutos, así como los componentes salariales variables, las horas extraordinarias y las cotizaciones sociales totales a cargo de la firma.

El calzado, la marroquinería, la preparación y teñido de pieles, y el curtido y el acabado del cuero vienen a representar un 2% de los empleados en la industria española y generan el 0,8% de la producción industrial.

Estos porcentajes casi van parejos al peso que este sector, tan presente en la provincia, tiene en el conjunto de exportaciones de nuestro país. En concreto, las ventas al exterior de calzado y productos vinculados a los componentes representan el 1,9% del conjunto nacional, mientras que importamos un 1,8% de productos zapateros, marroquinería o cuero.

En el mismo informe se indica también que el 55,9% del total de las firmas dedicadas a la fabricación de zapatos y de la industria auxiliar son ya netamente exportadoras. Y las que lo son destinan ya el 53,3% de sus ventas al mercado exterior, lo que supone el quinto sector con mayor porcentaje en este sentido con respecto a su producción total, solo por detrás de los productos farmacéuticos, los vehículos, los productos informáticos y la maquinaria.

El trabajo sectorial que emana desde Madrid hace mención de paso a la evolución del comercio mundial entre 2004 y 2014 y se muestra cómo el sector del calzado y el cuero han padecido algo menos en tiempos de crisis, sobre todo en 2009, y cómo también se han recompuesto mejor en los años de recuperación económica.

Por otro lado, la media de personas empleadas en este sector por lugar de trabajo en la Comunidad es de casi 11 trabajadores. En Cataluña la media es de 17,7; en Navarra, de 13,4; y en Murcia, de 12,6 personas de media contratadas por empresa dedicada a este ámbito. En el País Vasco, a la cola de este ranking de número medio de ocupados por empresa en esta actividad económica, es de 1,8 trabajadores.

Los datos del Ministerio de Industria también reflejan cómo afecta el empuje de la demanda a la hora de incrementar la producción. En este sentido, se indica que ante un incremento del 1% en la demanda final global, el calzado, el cuero y las prendas de vestir suelen responder con un aumento de producción del 2,73% de media, para dar satisfacer ese aumento del consumo, todo en ello en términos proporcionales.

Por otra parte, se da a conocer la sensibilidad ante los salarios. En concreto, se apunta que ante un aumento del 1% en los sueldos, el incremento porcentual de los precios se traduce en un 0,54%.