Un socavón justo al lado del hotel de Arenales del Sol ha provocado la consiguiente inquietud entre vecinos, responsables de la empresa y también en parte el propio Ayuntamiento. Casi se da por hecho que se ha producido como consecuencia del último episodio de lluvias en la zona. Pero el hecho de que se haya abierto este pequeño boquete en la zona de afección del hotel no ayuda para nada a tranquilizar el ambiente existente con respecto a la polémica generada en torno a este inmueble. Este suceso, además, viene a reforzar la advertencia que semanas atrás hizo la mercantil propietaria del hotel en el sentido de que en caso de precipitaciones intensas podía generarse un colapso parcial de la estructura, sobre todo de la zona central, donde una bomba evacua el agua del subsuelo al mar.

Responsables de la obra incluso aseguraron que estaban preparando un proyecto para poder acometer derribos controlados en el interior del edificio, todo ello para evitar cualquier riesgo, sobre todo de cara a los peatones que caminen por las inmediaciones (una de las fachadas da al paseo principal de Arenales, es decir, uno de los lugares más transitados de este enclave). No obstante, también estas posibles obras de demolición precisan de una autorización de Costas, así como de otra licencia municipal, administraciones con las que precisamente la empresa propietaria no se encuentra en gran sintonía.

Desde el Ayuntamiento de Elche se informaba ayer de que todo apunta a que este socavón se ha producido justo en la zona de un antiguo colector que utilizaba el complejo hotelero hace décadas. La Policía Local y técnicos municipales están estos días pendientes de que no ocurra ningún percance de mayor alcance.

Así, además de vallarse la zona y cortarse buena parte del acceso a la calle Flores, donde se localiza el agujero, el Ayuntamiento ya ha requerido a la dirección de la obra del hotel para que adopte las medidas necesarias con el fin de devolver a la normalidad lo antes posible en este punto, según fuentes municipales.

Se da la circunstancia que este incidente se genera justo cuando la empresa propietaria del hotel acaba de recibir un oficio por parte del Ayuntamiento de Elche en el que le comunicaría que éste ha concluido su propio expediente acerca de la licencia de obras que se concedió y los posibles incumplimientos por parte de la mercantil. Según fuentes de la empresa, el Ayuntamiento le ha conminado a que formule una nueva petición de licencia municipal acorde con las obras que vaya a ejecutar, algo que, a juicio de la empresa, es un nuevo paso en el «sinsentido de la burocracia administrativa», ya que, para ello, precisa antes del preceptivo permiso de Costas.

Desde Princesol, cadena hotelera dueña del complejo de Arenales, se subraya que todavía están esperando a que Madrid resuelva sobre su expediente sancionador y, seguidamente, sobre el de legalización. Pero, insisten, su paciencia está a punto de apurarse.

La firma propietaria del hotel de Arenales del Sol tiene claro que está apenas a medio paso de emprender las acciones legales oportunas para solicitar tanto daños y perjuicios como una indemnización por lucro cesante, todo ello después de que las obras permanezcan paralizadas ya medio año por la Dirección General de Costas y no haya trascendido públicamente el hecho de que se haya tomado alguna decisión para dar salida efectiva a este problema.

El pasado 30 de mayo se ordenaba por parte de este organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que se detuvieran las obras, al entender que se habían podido demoler determinadas partes del edificio, algo que, al parecer, no se ajustaba a la autorización (solo para rehabilitación) emanada del Gobierno central, por encontrarse en dominio marítimo-terrestre.

La empresa siempre ha alegado que, por razones de seguridad para sus propios trabajadores, entre otras justificaciones, era imposible mantener algunas de las estructuras y que, por tanto, la única solución pasaba por derribar algunos espacios, además de asegurar que ya no se puede edificar con normativas de construcción de los años sesenta.

Princesol encargó semanas atrás un informe económico al bufete legal con el que trabaja para que cuantificase, por un lado, una indemnización por daños y perjuicios no por esa paralización de seis meses de las obras, sino por estos prácticamente tres lustros que lleva intentando poner en marcha este edificio en primera línea de playa.

No obstante, la firma piensa también ya decididamente en el rescate de la concesión. Desde el entorno de Princesol se apunta el hecho de que adquiriera el hotel mucho antes del primer deslinde de Costas «y que el Ministerio no quiso pagar la expropiación, sino que, a cambio, otorgó una concesión», según señalan fuentes cercanas a la empresa.