El sistema educativo también concede segundas oportunidades, y en Elche se está demostrando en el Instituto de Educación Secundaria Montserrat Roig. En este centro público ilicitano la Conselleria de Educación ha autorizado un Proyecto de Aula Compartida (PAC) que tiene como finalidad optimizar el desarrollo personal, intelectual, social y emocional del alumnado que presenta dificultades de adaptación en el entorno escolar y educativo, conductas disruptivas, riesgo de exclusión social, tendencia al abandono y al absentismo escolar, o escasas expectativas de obtener el título de Graduado en ESO.

Se trata de la primera vez que un proyecto de estas características se lleva a cabo y tiene como responsable al profesor José María Caballero, que lleva toda su trayectoria intentando ayudar a los alumnos con dificultades. En esta ocasión, Caballero es el tutor de un grupo de quince alumnos que durante las primeras semanas del curso estaban en otras aulas en las que no acababan de integrarse, generando problemas que se repetían día tras día.

Aunque suene mal, así lo explica José María Caballero, «el proyecto consiste en aislar y separar a este grupo del resto, para poder trabajar con ellos de una forma especial, en la que lograr estimularlos para encauzar su vida». Se trata, apunta el docente, «de un proyecto de convivencia en el aula en el que se premia el buen comportamiento».

El perfil de estos estudiantes de 15 y 16 años es muy delicado. La mayoría proceden de familias desestructuradas, o están en el centro del menor, pero el docente asegura que «se puede trabajar con ellos para mejorar su comportamiento. En pocas semanas hemos visto resultados positivos».

La actuación educativa para mejorar la conducta de los alumnos se lleva a cabo dentro y fuera del aula. En el centro educativo aprenden matemáticas, lenguaje, valenciano y nuevas tecnologías, mientras que en el exterior colaboran en la limpieza del estadio del Elche CF, en el Martínez Valero, o en el mantenimiento del Centro Comercial l'Aljub, y en tareas de jardinería acompañando a las brigadas municipales.

La estrategia que utiliza José María Caballero se basa en el cariño. «Ellos deben llegar a interiorizar que los quieres de verdad y que te importa muchísimo que mejoren», explica el profesor, que añade que «primero lo ven cuando te desvives buscándoles chándal, material, apoyo... Y poco a poco intuyen que todo lo hago por ellos. ¿Cómo no van a hacer caso? Una vez conseguido este punto, el resto es más fácil».

Sea como sea, la Administración autoriza la puesta en marcha del proyecto, pero es el instituto, en este caso el tutor, el que tiene que moverse para buscar actividades a realizar fuera del centro y financiación para costearlo.

Caballero destaca que «tengo la suerte de tener buenos amigos que me abren las puertas, como los del Elche CF, Mariano Follana de la Clínica de ortodoncia GABO, Roberto Guerini de Acerbis o la Gasolinera d'Elx. Todos nos ayudan con donaciones para que el proyecto pueda ser una realidad».

Estas ayudas permiten subvencionar temas como el transporte para que los jóvenes asistan a las actividades exteriores, o los premios con los que se les recompensa por buen comportamiento.

En este sentido, cada alumno parte cada jornada con una serie de puntos y, al final del ciclo, el que más conserve y haya conseguido con juegos y actividades de lógica recibe un premio.

No obstante, el mayor premio al que aspiran estos estudiantes es a obtener la titulación que les permitirá acceder de forma directa a alguno de los ciclos formativos que se imparten en el IES Montserrat Roig.

Además, el Centro Comercial L'Aljub permitirá a los alumnos colaborar en alguno de sus establecimientos si muestran actitud, y el Elche CF también les premiará permitiendo que colaboren en otras tareas a realizar en la tienda o las oficinas.