Algo que está pensado para dar tranquilidad a las mujeres víctimas de violencia de género puede ser a veces casi un instrumento de tortura. Un hombre ha sido detenido en Elche por hacer saltar la alarma de la pulsera que le mantiene controlado en cinco ocasiones, a diferentes horas de la noche y la madrugada, durante cinco días seguidos la semana pasada. En los próximos días será juzgado en el Penal 1 de Elche mediante un juicio por procedimiento rápido en el que el fiscal le acusa de un delito de quebrantamiento continuado por dos motivos: por haberse metido varias veces en la zona fija de protección en torno a la casa de su expareja y por haber inutilizado la pulsera en cinco ocasiones entre los días 13 y 18 de noviembre. Por esos hechos, se le imputa también por parte del Ministerio Fiscal un presunto delito de coacciones por alterar gravemente la vida de ella, aunque no será hasta el juicio cuando se defina si concurre el tipo delictivo.

Y es que cada vez que este hombre aleja la pulsera del terminal móvil al que va conectada, se queda sin batería o directamente se quita el dispositivo, el sistema emite una alerta inmediata al Centro Cometa, que contacta tanto con él como con ella. Así, esta mujer ha recibido durante cinco noches seguidas llamadas del Centro Cometa y de la Sala del 091 de la Policía Nacional, que telefonean a la víctima para asegurarse de que está en buenas condiciones y para notificarle que ya están trabajando para localizar a su expareja. Lo mismo cuando ha entrado en la zona de protección en torno a la casa de ella, aunque siempre ha sido cuestión de segundos o minutos y, según la declaración de él, simplemente porque el transporte urbano pasa por allí necesariamente en sus traslados.

En este caso, según fuentes judiciales, la orden de alejamiento corresponde a una condena por amenazas de una sentencia de marzo de este año, que está recurrida en apelación. Además, tiene dos condenas por violencia de género con dos parejas anteriores.

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En españa hay 847 dispositivos de control telemáticos que garantizan el alejamiento entre mujeres víctimas y hombres condenados por malos tratos. La cifra es de septiembre de este año, último dato que ha hecho público el Ministerio de Sanidad e Igualdad. La Comunidad Valenciana tiene 117 casos vigilados mediante este sistema telemático, 34 de ellos en la provincia de Alicante, siete en Castellón y 76 en Valencia.

Fuentes del Ministerio Público señalan que la Fiscalía del Tribunal Supremo recomienda el uso de las pulseras telemáticas para proteger a las víctimas, precisamente porque ninguna mujer ha muerto a manos de su expareja mientras tenía en vigor una de estas medidas de protección. Eso no quita para que el dispositivo técnico tenga sus inconvenientes aunque resulte efectivo.

El caso del hombre detenido en Elche es en todo caso excepcional, aunque hace unas semanas otro hombre condenado por malos tratos también encendió todas las alarmas al quitarse la pulsera y solo accedió a volvérsela a poner cuando supo que el incumplimiento le iba a llevar a prisión por quebrantamiento.