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Las peticiones para cobrar la ayuda por cuidar a un familiar se disparan

Las dificultades económicas en los hogares explican el incremento del interés por percibir unos ingresos que van desde los 70 hasta los 300 euros

Un grupo de jubilados reunidos en un parque de Elche. antonio amorós

Las peticiones para recibir ayudas para los cuidadores no profesionales en Elche se disparan al ritmo que crecen los mayores, pero sobre todo, desde que la Conselleria de Bienestar Social ha desbloqueado este ejercicio las subvenciones para aquellos que deciden hacerse cargo de familiares o personas cercanas a su entorno, que, en su mayoría, son dependientes.

Así lo han detectado los técnicos de Servicios Sociales en el municipio ilicitano. Y es que, hasta las oficinas municipales han llegado 690 peticiones hasta septiembre, mientras que en 2015 contabilizaron 672 en los doce meses del año. Unas cifras que reflejan la tendencia al alza que han tenido los demandantes de ayudas para cuidador no profesional, ya que a falta de cerrar el último trimestre del presente ejercicio, van camino de duplicarse, tal y como auguraron desde Servicios Sociales.

Desde que el Gobierno central decidiera «cerrar el grifo» a la concesión de estas prestaciones, los usuarios se vieron obligados a ir a un centro de día o a una residencia o a recibir la dotación vinculada del servicio a domicilio. Al final muchos dependientes se quedaron sin nada.

Ahora, con el servicio otra vez en marcha, cientos de familias de Elche han querido volver a tener acceso a este recurso, que muchos prefieren por considerar que es menos agresivo y violento que se encargue una persona cercana del cuidado de un dependiente antes que un desconocido.

Sin embargo, hay otros factores que también han influido en ese incremento de solicitudes, según han constatado los técnicos de Bienestar Social en su análisis diario de cada caso. Uno de ellos es que ante las dificultades económicas y la crisis, estas prestaciones han servido a muchas familias para recibir ingresos.

En este sentido, las ayudas a las que tienen acceso los interesados van desde los 70 hasta los 300 euros, en función de los ingresos del dependiente y de su grado de discapacidad. No en vano, desde el Ayuntamiento indicaron que trata de ayudas no subsidiarias a las que tienen derecho todos los estatus sociales.

Para ello, en las oficinas municipales de Servicios Sociales se encargan de realizar todos los informes técnicos referentes a cuál es la prestación necesaria para las familias, además de hacer valoraciones de grado de dependencia. El siguiente paso es tramitar a la Conselleria de Bienestar Social, encargada de resolver las prestaciones para los cuidadores no profesionales.

Así las cosas, otro de los servicios en los que el Ayuntamiento ha detectado un incremento de usuarios en un 50%, en apenas un año, es en el Servicio de Asistencia a Domicilio (SAD).

Este recurso está dirigido a prestar ayuda para la higiene personal, la movilización, la compra y preparación de comidas, la supervisión de medicamentos y las labores de colada y plancha.

Las personas mayores es el perfil mayoritario que accede a este programa, concretamente representa el 88% de los beneficiarios.

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