El Misteri se reencontró anoche con Santa María y con Elche en una cita marcada por los estrenos, por los nuevos matices que representación tras representación hacen de La Festa una obra viva. Comenzó, así, en una basílica de Santa María repleta, el primer ensayo del Misteri d'Elx del ciclo de otoño, celebrado cada dos años.

Cualquier detalle permitió a los espectadores apreciar la riqueza del drama asuncionista, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad hace justo quince años. El debut de la María Mayor fue una de las grandes novedades de la velada. Pablo Hernández asumió este papel de gran calado en el reparto de La Festa, tras salir anteriormente en el Araceli. Mientras, Pau Gonzálvez también se estrenó en la Coronación. Al margen de estos cambios, la Escolanía apostó por las voces blancas que ya participaron en agosto y deleitó, con ellas, a un público entregado en el templo.

Con una puesta en escena cuidada hasta el último gesto, los cantores ofrecieron lo mejor de sí mismos y se esforzaron por entregarse a los textos para trasmitir toda su energía en cada tono, tal y como han venido ensayando con el mestre de Capella, José Antonio Román, en los últimos días. Aquí, también destacó la aparición de Antonio Vives, que debutó como Gran Rabino.

De esta manera, la concentración y la seguridad de cada paso fueron factores muy trabajados en busca de la perfección que trata siempre de buscar el Misteri en cada una de sus escenificaciones, pese a contar con actores y cantores amateurs. No en vano, ese afán de superación y las ganas por mejorar cada año estuvieron muy presentes y fueron dignos de admirar entre los espectadores.

La pureza de los aparatos aéreos tampoco dejó a nadie indiferente. La bajada de la Mangrana, el Araceli y la Coronación volvió a llenar de tensión la basílica, al tiempo que esa sensación que entremezclaba con las miradas de admiración hacia el cielo de La Festa.

Con todo ello, el arranque del ciclo de otoño también estuvo marcado por el recién nombramiento del arcipreste de Santa María, Francisco Conesa, como obispo de Menorca, por orden del Papa Francisco. El sacerdote presenció de una manera muy especial el drama asuncionista, desde el andador y cerca de cadafal, convertido en el tercer prelado de la historia de Elche.

Junto a ellos, el mundo académico tuvo también un destacado papel en el inicio de las representaciones. La vicerrectora de Relaciones Institucionales de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, María Teresa Pérez Vázquez, se estrenó como dama portaestandarte, y los directores de las sedes ilicitanas de la Universidad CEU Cardenal Herrera y Uned, Francisco Sánchez y José Pascual Ruiz, como personalidades electas.

Tras este primer calentamiento, esta noche, la basílica volverá a contar con un nuevo ensayo general, a partir de las 22 horas. El tercero llegará mañana, domingo, a la misma hora, ya que este año el Patronato del Misteri ha ampliado las escenificaciones a un día más. Será el día 1 de noviembre cuando La Festa vuelva a emocionar a los ilicitanos con las puertas abiertas.