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Asociaciones gitanas acuden al fiscal de delitos de odio por un conflicto en Alicante

Se trata de la denuncia de un padre contra el docente que castigó a un alumno de un instituto

Representantes de la Federación de Asociaciones Gitanas de la Comunidad Valenciana (FAGA) se desplazaron ayer a Elche para pedir al fiscal especialista en delitos de odio y discriminación a nivel provincial que el Ministerio Público actúe con contundencia en una denuncia interpuesta por un padre contra un docente. Este diario publicó el día 18 que un alumno de un instituto de Secundaria de Alicante había sido castigado por su profesor de Geografía e Historia a copiar cien veces «No me llames profe, me llamo Diego» y que en el trasfondo de ese castigo, según el padre, había insultos reiterados por el hecho de ser gitano y una represalia «humillante», dado que para su etnia el tuteo es «una falta de respeto». En este marco, también el profesor, la directora y la jefa de estudios han presentado denuncias por «amenazas tanto verbales como de actitud corporal» contra padre del niño de 13 años, negando por completo que el conflicto tenga encaje alguno en un caso de discriminación.

En todo este escenario, la Federación de Asociaciones Gitanas a nivel autonómico dio ayer un paso más tomando partido en el asunto y pidiendo que el caso se estudie como un delito de odio y discriminación. Nicolás Jiménez, consultor de FAGA, valoró ayer que, desde el punto de vista de la Federación, «el antigitanismo es el principal problema de la población gitana en España, y una de las consecuencias más graves es el fracaso escolar que padece el alumnado gitano, no porque sean niños menos listos que los payos, sino porque el sistema está fundamentado en una opresión étnica que sienta a estos niños en las últimas filas, con maestros que no generan expectativas positivas sobre ellos y solo se preocupan de que no den guerra; los niños no están a gusto, faltan a clase y todo se acumula». En esa acusación tan directa el representante de la Federación admite que hay más factores tras el fracaso escolar, incluyendo a las familias o el entorno, pero insiste en que la responsabilidad principal es de los profesores: «Sí, hay más factores, pero los profesionales son los profesores, todos los padres hacemos esfuerzos pero los niños al final con nosotros están cuatro horas al día; es un proceso social que se ha ido asumiendo y que incluye también hechos como que la cultura gitana no forme parte del currículo académico», sostiene.

Juan Fernández, secretario de la Federación y residente en Elche (donde tiene sede la fiscalía especial de delitos de odio y discriminación de la provincia), asegura que «es una realidad que nos encontramos en el día a día».

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