El juicio contra la presunta red que robó goma 2-Eco en una cantera de Cox que debía empezar ayer en la Ciudad de la Justicia de Elche se suspendió después de que la defensa presentara un recurso solicitando la prescripción de los supuestos delitos. La defensa se ampara en que el supuesto robo de los explosivos se produjo en el año 2002, hace más de una década. El recurso fue admitido por el magistrado de la sala de la Audiencia Provincial para su posterior estudio.
Los presuntos integrantes de esta red, que fue descubierta por la Policía en el año 2009, se enfrentan a un total de doce años de prisión, según la calificación de la Fiscalía.
Los acusados en este proceso son dos mujeres y un hombre a los que el Ministerio Público atribuye un delito de tenencia o depósito de sustancias explosivas, después de que un cuarto acusados, falleciera hace varios años y la responsabilidad penal de un quinto sospechoso haya prescrito.
Todos los acusados fueron detenidos en el transcurso de la denominada «Operación Palmera» en marzo de 2009, cuando la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional tuvo conocimiento de que dos matrimonios que residían en Torrevieja habían contactado con una banda de delincuentes de Europa del Este interesada en adquirir la dinamita para asaltar furgones blindados, bancos y joyerías.
La Fiscalía sostiene en su escrito de acusación que los explosivos habían sido robados en el año 2002 en la cantera de San Isidro de Cox por tres hombres, uno de ellos ya ha fallecido.
Los tres hombres, según la Fiscalía, se repartieron presuntamente los cartuchos y correspondientes detonadores a partes iguales, aunque dos de ellos robaron la suya al tercero.
Según parece los explosivos estuvieron escondidos durante varios años hasta que en 2009 trataron de venderse. La calificación fiscal sostiene que uno de los implicados llevó su dinamita a un bancal de palmeras ubicado en la localidad de Cox para volver a trasladarla, un tiempo después, con la ayuda de su esposa, a su domicilio de Torrevieja.
La participación de la esposa consistió en hacer de lanzadera, realizando el recorrido del traslado de los explosivos antes que su marido, para abrir a sus compinches la marcha en otro coche con el fin de avisarles de posibles controles de las fuerzas de seguridad.
La Policía localizó el explosivo durante un registro de la vivienda de Torrevieja, que estaba ubicada en la urbanización El Palmeral. En ella encontró varios cartuchos con diez kilos de dinamita. Más tarde, con las indicaciones de otro de los acusados, se incautó de otros 7,5 kilos del mismo explosivo en un agujero excavado en un paraje rural de Granja de Rocamora.
Este último acusado se enfrenta, a petición del Ministerio Público, a una pena de seis años de prisión como promotor de un delito de tenencia de explosivos, mientras que para su mujer reclama una condena de cuatro años y dos años para la tercera persona procesada en la causa.
Unos meses después de que la Policía detuviese a los implicados en esta red se llevó a cabo una segunda operación en la que se detuvo a otras dos personas, conocidos de los anteriores, con 2,5 kilos de explosivos escondidos en un zulo.
