El poder de las redes sociales es insaciable y las bloggers se han convertido en el mejor escaparate de moda para conquistar a las marcas y, a su vez, para transformarse en líderes de masas. Y si no, quién iba a decírselo a Fátima Cantó. Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, pero, ante todo, mamá de dos pequeños gemelos, que la han llevado a estar en el «top» de canales como YouTube, donde cuenta ya con 54.000 seguidores, desde apenas cuatro meses. Mientras que, en Instagram, la ilicitana, de 26 años de edad, llega ya a los 73.700 fans.

Sus «pollitos», así llama cariñosamente a sus pequeños, Gonzalo y Alonso, se han ganado a los internautas. Y es que, lo que puede ser algo tan cotidiano como una tarde de paseo, una merienda, unas vacaciones de verano, un baño en la playa, una fiesta de cumpleaños, y sobre todo, la ropa que visten en cada momento, se ha convertido para miles de personas en un modelo a seguir. «El hecho de sacar el 'outfit' diario de los nenes, de que sean tan iguales y cómo me puedo defender con los dos es lo que ha llamado la atención a la gente», señala Fátima Cantó.

Así, lo que comenzó siendo para ella un «hobbie», ahora se ha transformado en lo más parecido a un trabajo. Grandes firmas de moda infantil, de alimentación para bebés y de equipamiento han querido confiar en esta ilicitana como «altavoz» para difundir sus productos. «Aunque no supone una fuente de ingresos para mí, sí que es un lujo poder ahorrarme dinero con todos los artículos que me dan a probar», señala Fátima.

Eso sí, la blogger puntualiza que no hace publicidad de todo lo que le ofrecen. «Paso un filtro, solo publico fotos o hago vídeos con cosas que me gustan y que creo que funcionan. No todo vale», comenta.

Su receta

Ella misma está sorprendida del despegue que ha tenido en las redes sociales su perfil, hasta de que la gente la pare por la calle en grandes ciudades como Madrid para felicitarla o mostrarle su cariño. Incluso, reconoce no saber muy bien cómo ha llegado tan lejos. «No sé como lo he conseguido, he ido adaptándome a lo que la gente me pide. Todo empezó como una afición personal y, poco a poco, acabó siendo una especie de foro de madres en el que nos ayudábamos unas a otras. Me fijé en cómo lo hacían otras y me tiré a la piscina», confiesa.

De esta forma, Fátima se animó a crear un canal en YouTube y a compartir vídeos con el día a día de sus bebés. «Hago lo que la gente me pide. Desde explicar qué me llevo en la maleta para las vacaciones del verano, hasta cómo fue mi embarazo o recetas para los niños», señala la ilicitana.

Sin embargo, detrás del mundo de las bloggers también hay mucho esfuerzo detrás. «Las críticas forman parte del trabajo. Las redes sociales echan humo, son una bomba. Responder a lo que te piden 70.000 mujeres también es cansado», apunta la joven.

Así, Fátima Cantó reconoce que mantener un perfil actualizado cada día supone más empeño del que la gente cree. «Esto es así. Con cuarenta de fiebre he tenido que grabar mis vídeos y editarlos, no es posible dejar de publicar. Con esto, yo no tengo vacaciones», revela.

Su labor la compara con una agencia de comunicación. Y ella, precisamente, sabe muy bien de lo que habla porque estudió Publicidad y Relaciones Públicas. Como experta en las redes sociales, Fátima es consciente del calado que tiene este tipo canal para las marcas. «Estamos ante la forma más efectiva de hacer publicidad. La gente ve más internet que la televisión y eso repercute donde quieren invertir las marcas», afirma la ilicitana.

De esta forma, sus simpáticos bebés de catorce meses le han cambiado la vida a esta joven. Aunque su día a día es compartido públicamente, la blogger reconoce la importancia de preservar la intimidad de su familia. «Hay que poner unos límites, también tengo una vida más allá de las redes sociales y de los vídeos. No todo lo que hago sale a la luz», admite.